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miércoles, 27 de diciembre de 2017

BARAHONA: Romero Cárdenas: la Iglesia no puede sustituir el Estado

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Por Benny Rodríguez

Barahona.- Dos años y 8 meses tomó al obispo de la Diócesis de Barahona, monseñor Andrés Napoleón Romero Cárdenas, ir a más del 90% de las comunidades de la Región Enriquillo.

Esas visitas le ha permitido a Romero Cárdenas tener un conocimiento acabado de la situación por las que atraviesan los habitantes de las distintas comunidades de las provincias Pedernales, Barahona, Bahoruco e Independencia. 

Va a una comunidad diferente de martes a domingo en visita pastoral a las parroquias, que le ha dado la oportunidad establecer relación directa con sus pobladores, sobre todo, de los pueblos pequeños.

“He conocido la realidad de manera real, no por información otros, sino que la hemos obtenido directamente, en cuyas visitas hemos observado muchas necesidades, sobre todo, con una buena cantidad de tierra que no puede cultivarse y que están ociosas”, dijo.

Al participar en una entrevista en el programa Impacto Mañanero, que se transmite por la emisora Maravillosa 89.7, de 8 a 10 de la mañana, de lunes a viernes, explicó que los campesinos coinciden en una cosa: en la construcción de la presa de Monte Grande para incorporar las tierras que no están produciendo.

Saludó la decisión del gobierno de priorizar su construcción (Monte Grande), como informó el ministro de Hacienda de que a finales de este año (diciembre) iniciaban los trabajos del proyecto de más tiempo demandado por la región.

Responsabilidad del Estado  

Monseñor Andrés Napoleón Romero Cárdenas, dijo que la Iglesia Católica, a través de la Diócesis de Barahona, no puede quitar las funciones ni la responsabilidad que tiene el Estado frente a la gente y las comunidades.

“No he venido a sustituir un liderazgo social en la zona, mi misión es religiosa y como misión religiosa sé que no puedo quedar fuera de la agenda social, sé que debo acompañar todo lo que sea bueno y justo, que siempre tendrán el apoyo de la Iglesia en esas cosas”, dijo de manera muy firme y convencido el religioso.

Señaló que la tarea principal de la Iglesia es la de ayudar en el crecimiento en la fe de sus fieles, sin dejar de admitir que en el contexto en el que se desenvuelve tiene esos desafíos sociales, “pero el rol primero del sacerdote o del obispo es el de enseñar el evangelio y contribuir al sostenimiento de la fe”.

Afirmó que, “es mucho lo que hace la iglesia en términos sociales a favor de las comunidades, muchas de las cuales no se hacen eco los medios porque desde su óptica podrían resultar insignificantes, pero con una enorme y trascendente importancia para el pueblo al que podemos resolver un problema construyéndole un sistema de agua para el consumo”.

Señaló que es una labor que se hace a través de la Pastoral Social de la Iglesia en la región, que es el brazo social de la diócesis de Barahona, mediante instituciones como la Fundación de Apoyo al Suroeste (Fundasur), Caritas, entre otras.