POR RAFAEL MÉNDEZ
En mi condición de periodista, debo quedarme con el concepto que de Boomerang se maneja en comunicación, en el sentido de que se trata de emprender una acción con la que se busca un resultado positivo, pero que se torna totalmente contrario al efecto esperado.
De Chacumbele se refiere al cubano José Ramón Chacón Vélez, quien de famoso trapecista, en una de sus hazañas de acrobacia advierte a su novia besándose con otro hombre, se distrae y cae al vacío, quedando minusválido, aunque luego logra ingresar a la Policía, y termina dándose un tiro por el recuerdo de la mujer que tanto amó, que por ciento era muy linda.
Mi amigo Andrés Cuevas, de trabajador de la prensa, se hizo abogado y residente en Estado Unidos, me advertía de muy buena fe que esos debates que frecuentemente sostengo por las redes podrían llevarme a una situación parecida a la de Chacumbele. No en el sentido de que me podría dar un tiro, sino suicidarme políticamente.
Más aún cuando se trata, implícitamente me advertir, de hacer una defensa tan ardiente del Gobierno de Nicolás Maduro, que en su elección pasada participe, junto a un grupo reducido de dominicanos, como observador de las recién pasadas elecciones.
Le cité a mi amigo Andrés el libro Juego de Poder, del escritor norteamericano Dick Morris, quien aconseja que lo que da mejor resultado en política en mantenerse fiel a los principios, lo que en mi caso es actuar con profunda convicción y coherencia, siendo fiel a los principios y valores éticos y morales que me acompañan desde mi adolescencia.
“Nacío y críao” en Villa Jaragua
Proviene de los sectores más humildes de la sociedad, a los que se debe, y a los que con su práctica no ha negado. Desde la adolescencia se integra a la actividad política, apegado a los mejores intereses de la Nación, de la región latinoamericana y caribeña y del mundo.
Se destaca como dirigente estudiantil y militante revolucionario, por lo que se ve obligado a abandonar su pueblo natal por la represión y persecución política que como constante se desataba contra quienes no comulgaban con el gobierno represivo de los doce años de Joaquín Balaguer.
Siempre presente en su pueblo
Ni siquiera en una coyuntura donde las libertades ciudadanas estaban restringidas, y a riesgo de su vida, el joven adolescente Rafael Méndez, nunca dejó de visitar su pueblo natal, donde vive su mamá, su suegra y parte de sus hermanos y hermanas. Donde siempre ha vivido y tiene su casa.
El amor a su patria chica, Villa Jaragua, su permanente identificación con sus luchas y aspiraciones, sirvió de referente para buscar y alcanzar posiciones partidaria y electiva en Provincia Bahoruco.
Militancia política sin vacaciones
Luego de una larga militancia en el Partido Comunista Dominicano y en la organización marxista-leninista Línea Roja del 14 de Junio (esta se fusiona con otras organizaciones de izquierda para formar el Partido de los Trabajadores Dominicanos), llegando a ser miembro de su Comité Central.
Del PTD renuncia en los finales del 1993 y se incorpora al Partido de la Liberación Dominicana, para reencontrarse y breval en la sabia y el pensamiento del profesor Juan Bosch y en los postulados originarios del PLD, a los que hoy sigue aferrados como los referentes válidos que guían su forma política de pensar y de actuar.
