Barahona.- María del Carmen Cayo, esposa del comerciante Aquino Medina Féliz, de 58 años, ultimado a tiros la noche del pasado domingo por el cabo de la Policía Nacional Juan Carlos Suero, de 32, alberga el temor de que el caso quede impune, como muchos otros ocurridos aquí.
La señora Cayo, acompañada de los hijos del malogrado comerciante Medina Féliz, así como de otros parientes cercanos, vecinos y amigos, se presentó a las inmediaciones del Tribunal de aquí, para reclamarle al Ministerio Público la supuesta complacencia con el uniformado de parte de las autoridades con el uniformado.
La mujer, con lágrimas en los ojos, mientras que el grupo que le acompañaba vociferaba consigna reclamando justicia y exigiendo el caso no quede impune, recordó que quienes dispararon contra su marido no fue solo el cabo Suero, sino que este estaba acompañado de otras tres personas que se desplazaban en dos motores.
Manifestó que su marido era un hombre de trabajo y de bien, involucrado siempre en ayudar a sus vecinos, así como a sus amigos, por lo que el crimen no puede quedar impune y sus verdugos ser castigados por el mismo.
Su temor, explica la mujer a reporteros de LALUPADELSUR, se debe a que tanto la Fiscalía como la Policía Nacional no quieren ofrecerle ningún detalle del caso acerca del crimen del malogrado comerciante por parte del cabo, el cual tiene previsto se le conozca medida de coerción por el caso.
Se recuerda que el comerciante fue asesinado cuando se dirigía a su vivienda, junto a su esposa Cayo, así como uno de sus hijos, tras cerrar un centro de bebidas alcohólicas que había arrendado recientemente, ocurrido en el sector Riochil, ubicado al oeste del municipio Santa Cruz de Barahona.
