Por Yovanny Santana Peña
Leyendo en el periódico digital Ecos del Sur, de Barahona, nos enteramos que la posible causa de este lamentable acontecimiento fue, que un brujo le preparó un trabajo a uno de los implicados en el enfrentamiento, para que el otro no tuviera venta en su negocio, esto trajo como resultado las muertes que ya conocemos.
A propósito de esto, es bueno señalar que en muchos de nuestros pueblos se vivieron historias parecidas.
Desde niños/as oíamos hablar de Bacá, Zánganos, y de brujos, se escuchaba que fulana se chupó al niño/a y que por eso tiene fiebre, vómito y diarrea, que una persona murió porque lo vendieron, que la siembra de fulano no sirvió porque al vecino le hicieron un trabajo para robarle la flor.
Lo cierto es que aún hay personajes que dicen tener seres, poderes para hacer trabajos propios de esas diabólicas “profesiones”, que tienen consultorios, y que muchas veces cobran las consultas más caras que los médicos.
Todavía en este siglo estamos llenos de ignorancia.
Si es verdad que saben, deben ser los síndicos, diputados, senadores y presidentes, poner y quitar al que deseen en los cargos, deben darnos con exactitud los números de la Lotus todas las semanas.
No pueden hacer nada de esto. Lo que si pueden y hacen, es engañar, estafar, y provocar pleitos entre las personas, terminando en muchas ocasiones como terminó el caso que nos ocupa, con la muerte.
Tengamos mucho cuidado con personas que cuando saben que tenemos problemas se nos acercan y nos dicen que no seamos tontos, que hay que buscar un sabio (brujo) que nos ayude a salir de la situación por la que estamos atravesando; pero resulta que muchas veces estos consejeros son buscones de estos maleantes, y reciben pagos por ello, son parte del engaño.
Consideramos propicia la ocasión para que las autoridades judiciales investiguen si realmente una de las causas que originaron la tragedia ya mencionada fue la brujería, ya que como podemos ver esta causa estafa y muerte, por lo tanto deben ser perseguidos por la justicia los que causaron este suceso y todos los que lleven a cabo estas prácticas diabólicas. No es posible, que tengan consultorios públicos, donde muchos pobres ignorantes hacen filas como si se tratara de una clínica.
Nunca olvidemos que el verdadero poder en esta tierra lo tiene Dios, lo demás es engaño de satanás y sus secuaces.
