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jueves, 2 de agosto de 2018

OPINION: No es lo profesional es lo ético

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POR KILSSY MÉNDEZ

Nuevamente se apertura el muy legendario debate del periodista profesional y el comunicador empírico a raíz de una propuesta del presidente del Colegio Dominicano de Periodistas (CDP), Adriano De La Cruz, de someter un proyecto de ley que impida a personas ajenas a la profesión del periodismo usurpar puestos en los diferentes medios de comunicación tradicionales (Prensa, Radio o Televisión) del país.

Como era de suponerse las reacciones a favor y en contra de esta propuesta no se han hecho esperar y como aquel volcán que permanece dormido durante décadas y un día despierta expulsando todo el magma de su interior por presiones atmosféricas, ha estallado generando un sin número de opiniones que menoscaban el ejercicio de empíricos y profesionales.

Los empíricos destacan, y con sobrada razón, las deficiencias académicas con que egresan en la actualidad los profesionales del periodismo de las universidades, en las que se hacen evidentes las dificultades de llevar lo aprendido a la práctica, la mala dicción, las aberrantes faltas ortográficas y el limitado glosario de palabras utilizados a la hora de dar a conocer una información o estructurar una simple nota de prensa que muchos no llegan a realizar con éxito. Sin embargo, aunque nunca lleguen a ejercerlo siguen siendo periodistas y los que han logrado ser profesionistas logrando pulir los conocimientos adquiridos mediante la práctica, cabe destacar que hacen un periodismo ético y responsable. 

Por otro lado los profesionales, deploran la crítica condición en la que se encuentra el quehacer periodístico nacional y la misma opinión pública destaca las malas prácticas llevadas a cabo por personas que no han llegado siquiera a cursar un octavo grado de primaria o profesionales de otras áreas que han encontrado en la comunicación un medio de subsistencia, vendiendo como viles mercaderes sus “plumas” al mejor postor y  en muchos casos utilizándolas como proyectiles, llegando incluso a la muy conocida practica de extorsionar a políticos y empresarios.

Como en el caso anterior la desastrosa ortografía es evidente, no dominan la estructura de una noticia y la incapacidad de realizar una simple pregunta en una rueda de prensa que les ayude a elaborar una nota posteriormente los lleva a recurrir a la cómoda modalidad del Copy and Page (Copiar y pegar) para mantener sus medios digitales activos. Pero esto no puede demeritar el trabajo de grandes comunicadores del país que no han salido de ninguna casa de estudios y que han sido incluso dueños de importantes medios y son grandes referencias periodísticas a nivel internacional.

Cuando ponemos estos dos grupos en una balanza con ecuanimidad y sin pasiones, es evidente la responsabilidad compartida en la situación actual del ejercicio periodístico del país y si queremos rescatar el respeto hacia ese periodismo que es el cuarto poder del Estado, llamados a vigilar el desempeño de nuestros gobernantes y que no se violente la democracia de la nación, no podemos centralizarnos en la parte profesional cuando es la ética que nos está pasando factura. 

No es una problemática del fondo de la profesión sino de la forma del ejercicio que se está llevando a cabo, donde se incurren en prácticas cancerígenas de abusos de poder que da estar en un medio de comunicación y esto es lo deben estar llamados a vigilar continuamente y regular los principales gremios de la comunicación, el SNTP y el CDP, porque a la larga nos afecta a todos.