POR SANTO SALVADOR CUEVAS
Se llama drenaje pluvial a un sistema de tuberías inventado por la ingeniería moderna, cuyo propósito es sacar la acumulación de líquido o agua que se concentran sobre todo en tiempos lluviosos en las ciudades.
En su momento Tamayo contó con su sistema de desagüe, lo que es lo mismo decir, su drenaje pluvial.
Es de conocimiento en Tamayo que dicha canaleta o drenaje atravesaba de manera subterránea (por debajo de la tierra) toda la acera en la Calle Libertad, pasando por donde Negro Reyes, seguía por la acera de donde Doña India Montero, seguía el mismo trayecto pasando por agricultura y la gallera, para empalmar con la parte donde reside la señora Adita Santana, y continuaba toda la orilla de la carretera camino de Uvilla hasta desembocar las aguas en un reservorio o drenaje grande que había a partir de donde El Español hasta próximo a la bomba de gas de Chinito Mesa.
Ese reservorio o drenaje donde caían las aguas de Tamayo, hace rato que no existe por que esa tierra se la repartieron "compañeros del partido blanco", desarticulando así una parte fundamental del drenaje pluvial de Tamayo.
De los que se cogieron esa tierra y la sembraron de plátanos y guineos, hay uno que encabeza el grupo que anda buscando pistolas, escopetas y chilenas para "impedir como sea" los trabajos del asfaltado que ya viene.
Vista la explicación anterior, por lógica hay que asumir que el drenaje pluvial de Tamayo no va por en medio de la calle, sino por debajo (subterráneo) de la acera.
Cuando se inicien los trabajos de dicho drenaje se va a romper la acera y el conten para colocar la tubería por debajo. Toda la acera desde donde Melito, Agripina, Negro Reyes, India, Otilio, El Indhri, Adita, y (como no tenemos el drenaje para recibir las aguas despachadas) desembocar esas aguas de lluvia allá en el boquete del río camino a Uvilla.
Es un trabajo de ingeniería, que compete abordar a los ingenieros del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones.
El drenaje es una necesidad de todos los tamayeros (no solo de un sector) y por tanto nos toca a todos reclamarlo.
Pero así mismo, el asfaltado es una necesidad del municipio de Tamayo, que le va a devolver el espledor y belleza a nuestra comunidad.
Después del asfalto se va acabar la imagen de un pueblo abandonado y sin doliente.
El pueblo todo sin importar banderías, tiene que unirse a defender el asfaltado de sus calles y la consecución de su drenaje pluvial.
Los que conseguimos el asfaltado este municipio y la provincia, vamos a conseguir también las demás obras que Tamayo necesita.
Tamayo nos pertenece a todos y no sólo a dos o tres políticos resentidos.
Es hora del asfalta, en vez dolor y frustración, vamos alegrarnos todos.
