POR PRAEDE OLIVERO FELIZ
Yo era un niño cuando conocí a Bolivar D'Oleo a inicios de la década del 70.
Yo estudiaba en la escuela Cristo Rey, visitaba los fines de semana a mi tio Roberto que vendía cortes de tela para pantalones en la puerta principal del Mercado Público de Barahona, en el mismo que D'Oleo también vendía, creándose una empatia y una amistad que duró hasta sus últimos días en la tierra.
El amaba el deporte de las narices chatas y los puños enguantados y yo lo seguía.
El y otros amigos ingresaron a la Linea Roja del 14 de Junio, que acaba de conmemorarse el 50 aniversario de su fundación, y yo los seguí, ingresando a esa organización y a su grupo estudiantil, la Unión de Estudiantes Revolucionarios (UER) siendo un adolescente.
En las diversas funciones públicas de Bolivar D'Oleo, colaboré con él, particularmente en la Gobernación y en la Procuraduría General de la Corte de Apelación del Departamento Judicial de Barahona, donde hizo un gran trabajo.
En el programa de radio y televisión Orientación Popular del cual soy productor y uno de sus conductores, D'Oleo tiene un lugar especial, de hecho, la última vez que hablamos, en la inauguración del nuevo local del Juzgado de Paz de Barahona, hablamos de su participación en la celebración del 21 aniversario, el domingo 25 de noviembre en Cristo Rey, acordando que estaría y haré cumplir su palabra porque de una forma u otra estará con nosotros y se quedará para siempre en su familia y entre nosotros, porque sólo se ha marchado fisicamente.
