POR ODALIS RAMIREZ
El país en lo largo de su historia, ha tenido grandes escritores, Cesar Sánchez Beras, Cesar Nicolás Penson, Manuel del Cabral, Huchi Lora, entre otras figuras inmensas que han alimentado nuestra literatura con grandes recitales decimales de todo los géneros; se puede decir que ellos son los más importantes en el renglón del canto popular de nuestro País.
Pero el más descollado de todos los tiempos ha sido el mocano Juan Antonio. Alix, bautizado como el Cantor del Yaque o Papa Toño, como leapodaban sus coterráneos por la grandeza de sus obras .Este insigne poeta popular, Nace un 6 de septiembre del 1833, trasladándose luego a Santiago de los Caballeros, en donde transcurrió su vida hasta su muerte a la edad de 85 años, el 15 de Febrero del 1918, siendo considerando el principal exponente de la poesía popular.
Alix comienza su carrera a la edad de 16 años componiendo y publicando sus primeros versos decimales, cayendo en gracia y gusto de todo aquel que manoseaba sus escritos poéticos, teniéndose en América como el mentor del criollismo en nuestro país, como Rómulo Gallegos (Venezuela), José Eustasio Rivera (Colombia), Horacio Quiroga (Uruguay-Argentina), Ricardo Güiraldes y Benito Lynch (Argentina) que a finales del siglo XIX tiene lugar en los países de la América hispánica que logran su independencia frente al imperio español dominante.
Este gran poeta no era un hombre de letra formado, sino un autodidacta que creando un estilo propio, con una singular capacidad intuitiva penetró en todo los gustos populares.
El célebre Cantor del Yaque fue soldado en las luchas de la Independencia y asistió a la toma de Beler con el grado de Cabo de nuestro ejército. En la Restauración, figuró entre los patriotas que se sublevaron en Guayubín en febrero de 1863; Pareció determinado a no deponer las armas, y junto con otros dominicanos buscó refugio en Haití, donde aprendió a dominar el creole y conocer de la cultura de ese entorno.
Las décimas de Alix recogían todo el sentir popular de los dominicanos, desde el chisme de patio, la infidelidad de la mujer, los pleitos en las fiestas de enramada, de los borrachos de los barrios, además de la mediocridad de los legisladores como en el caso de la décima corroboro, corroboro, entre otras ocurrencias pueblerinas; además de que este cantor del pueblo recogía las hazañas, triunfo o fracaso, así como la heroicidad de cualquier soldado que la haya alcanzado en la revolución.
Su padre Juan Mateo (Félix) Alix Dupont, oriundo de Cabo Haitiano (Haití) y de descendencia francesa, procreando con Petronila Francisca seis hijas: Petronila Hortensia, Tomasina, Olivia Juana Antonia, Rosalina, Carmen y Agripina Alix Liriano, Mariano Lebrón Saviñón refiriéndose a su grandeza pondera que nadie le podrá negar, nunca, verdadero valor patriótico. ¡Ya era poeta! Y un poeta de armas a tomar.
Algunas de sus decimas son: Eso e paja pa’ la gaiza, El follón de Yamasá, El negro tras de la oreja, Entre Lucas y Juan Mejía, y Los mangos bajitos, el puerco no se raca en javilla, uno atajan otro
enlazan, corroboro, corroboro.
