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jueves, 20 de diciembre de 2018

OPINION: La ocupación de la Embajada 1993 (Parte II)

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POR SANTO SALVADOR CUEVAS

En el choque originado por nuestra presencia dentro de la Embajada de Colombia (Hablamos de un total superior a la veintena de jóvenes que estaban dispuesto a todo), el Sr. Rafael Pardo Llada, a la sazón embajador en el país de la República de Colombia, se mantenía desesperado y lamentando permanentemente la situación de una supuesta agresión de que fue víctima su esposa al nosotros "penetrar de manera violenta" en la legación diplomática.

A decir verddad, no existió una agresión intencional contra la señora en sí, lo que pasó fue que ella (la señora del embajador), se emburujó a la puerta para impedir la entra, y no pudo resistir el empuje de los manifestantes desde afuera.

Pardo Llada estaba rojito, hablaba insistentemente como para él mismo, y nos miraba diciendo: "Tienen que salir, yo tramitaré sus demandas...pero los quiero fuera", algo así gritaba el embajador Pardo Llada.

Fue el embajador quien autorizó la entrada de la P.N. hasta el interior de la Embajada.

Superado el choque de ideas con el General de la P.N. procedimos a "salir en fila india" en calidad de prisioneros (uno detrás del otro) hacia las "perreras" o guaguas policiales: El rumbo era "El Teleférico" del Palacio de la Policía Nacional.

Al marchar en fila hacia "las perreras" ocurrió un hecho que a lo largo del tiempo todavía me provoca risas: El de alante en la fila (desde dentro hacia "las perreras"), era el compañero Victor (no digo su apellido por seguridad), pero iba caminando, caminando y, en vez de entrar a "la perrera", siguió de largo, sin que nadie lo llamara, creo que al llegar a la esquina, el hombre alzó el vuelo.

Al entrar en "las perreras", toda la prensa nacional estaba cubriendo el evento en marcha. Por las ventanas nos preguntaban: Si fuimos agredidos, cuales eran nuestras demandas, etc.

"Demandamos la Libertad de los Dominicanos presos de conciencia en Colombia" "Son prisioneros de Joaquín Balaguer" "Volvemos para la Embajada si no lo liberan" "No va haber paz, si no lo retornan al país"

En fin, la prensa se hizo eco de nuestras demandas, que era uno de los objetivos buscados.

En poco minutos en distintas provincias del país la población organizada empezaba a movilizarse, demandando la libertad de nosotros.

Al llegar con los nuevos inquilinos del Teleférico al Palacio de la P.N., íbamos de nuevo en fila, mientras un oficial de civil -con "una galleta en el guevo del oido"-, nos daba la bienvenida.

Al tocar el turno a Fernando Peña, este se regó, y le dijo al oficial algo así: "Si tu me pone la mano encima, me tiene que matar", iniciándose así una discusión encendida, la que generó que oficiales de alto mando acudieran al lugar, salvando de esa manera la campana a quienes seguíamos en la fila, pues se detuvieron "las galletas de bienvenida".

En el Teleférico fuimos trancados -de tres en tres- en cerdas distintas, como a las 8:00 de la noche inició el interrogatorio individual a cada uno.

Recuerdo que en aquél cuartucho donde se me interrogaba había prendido un televisor, y aparecio un avance de noticias dando cuenta de una encendida manifestación en los predios de la UASD, con gomas ardiendo exigiendo nuestra libertad.

¿"Tu ve ese desorden"?, me dijo el oficial, ¡"Ahí va haber muertos"! "Y Uds son los culpables".

Aja, le dije, si lo analiza en frío comando, se dará cuenta que culpables son los que tienen secuestrados a los Dominicanos en Colombia.

Al pie de este articulo presentamos el expediente acusatorio y los nombres de los compañeros y compañeras que fuimos apresados en la Embajada de Colombia, y mas tarde juzgados en los tribunales de la República.

El tiempo que tuvimos en prisión en Ciudad Nueva, y lo que pasó luego del juicio, se lo vamos a narrar en una tercera y última entrega.