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jueves, 27 de diciembre de 2018

OPINION: Ven Panorama Electoral 2019 debe despejar “insoslayables nubarrones”

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POR RAFAEL MENDEZ
(Un Analisis)
(Periodista y diputado)

Aspectos de la Constitución de la República, la Ley de partidos, agrupaciones y movimientos políticos, así como la incertidumbre que genera la esperada decisión del presidente Danilo Medina de si optaría por una nueva repostulación, colocan “insoslayables nubarrones” que obligan a todas las fuerzas políticas disponerse a despejar, con lo que clarificarían los respectivos procesos internos a los que deberán abocarse en el 2019.

De los tres aspectos que se visualizan, vale recalcar, el de la Constitución de la República, la Ley de partidos y la pospuesta decisión del presidente Medina, no resulta arriesgado resaltar que el relacionado al Mandatario es el que gravita de manera más determinante en el devenir inmediato, ya que es el que concita mayores niveles de atención y de tensión en todo el universo político-electoral de la República Dominicana.

En tanto los aspectos pendientes y latentes, que tienen que ver con la Constitución de la República y la Ley de Partidos, algunos entienden que arden como candelita de horno, por lo que no resulta difícil advierten que podrían saltar al debate político-electoral en cualquier momento, y producir un nubarrón que hasta este momento parecería que nadie lo está visibilizando, pero que todos saben que laten como el corazón en el cuerpo humano.

Mientras tanto, es el Partido de la Liberación Dominicana que se ve más en el vórtice de los “insoslayables nubarrones”, y que se deben despejar de cara a los procesos partidarios internos del 2019, en el que la unidad interna sigue siendo una de las situaciones que se valoran, la que está en manos, pendiendo como la espada de Damocles, de sus dos líderes fundamentales: Danilo Medina y Leonel Fernández.

Como el aceite: De Tres en Uno

Para algunos, la Constitución de la República contiene algunos aspectos que obligan coherenciar y clarificar para ponerlo en perspectivas a las elecciones del 2020, como son los relativos a las elecciones municipales, al voto preferencial para regidores y suplentes, y a la reducción del período de los puestos electivos municipales que resultaron de los comicios de mayo del 2016, a quienes se les recortaría el periodo para los cuales fueron electos.

A lo anterior se añade, lo que para algunos constitucionalistas es axiomático, y es el impedimento que tiene el presidente Medina de buscar una nueva repostulación, con lo que solamente le quedaría el camino que conduciría a una nueva reforma a la carta magna, en tanto para otros el impedimento no se le aplica debido a que el texto constitucional se modificó en momentos que el Mandatario estaba en ejercicio.

Pero también hay que esperar la decisión del Tribunal Constitucional, que está apoderado de decenas de recursos que buscan invalidad aspectos que los accionantes consideran adolecen de vicios de inconstitucionalidad en la Ley partidos, agrupaciones y movimiento políticos, que aunque están en estado de fallo, mientras tanto no deja de ser un aspecto del que se debe estar pendiente.

Y, aunque con menos incertidumbre y peso político, también hay que esperar la validación por parte de la Junta Central Electoral de las modalidades sometidas por las entidades políticas, atendiendo al plazo impuesto por el organismo para definir y notificar el procedimiento que utilizarán para la selección de sus candidatos en las primarias del 6 de octubre del 2019.

Un aspecto que no ha saltado a la opinión pública, pero que se debate en los predios del Congreso, y del que hay varias interpretaciones, es el relativo a si los partidos pueden hacer uso de más de una modalidad como procedimiento para seleccionar sus candidato, tal como lo han sometido al organismo electoral algunos partidos, agrupaciones y movimiento políticos.

En presencia de lo “claro oscuro”

Todo lo anterior coloca sobre la mesa, y deja a la intemperie los aspectos que penden sobre los procesos internos a los que deben abocarse los partidos, agrupaciones y movimiento políticos, para ponerse a tono con el imperio de la ley, la Constitución de la República y la anunciada decisión del presidente Danilo Medina de que en marzo le dirá al país “si va o no va”.

Pero para nadie es un secreto, que es en el Partido de la Liberación Dominicana que se ve más en el vórtice de los “insoslayables nubarrones”, y que se deben despejar de cara a los procesos partidarios internos del 2019, en el que la unidad interna sigue siendo una de las situaciones que se valoran, la que está en manos, pendiendo como la espada de Damocles, de sus dos líderes fundamentales: Danilo Medina y Leonel Fernández.

Pero en política, como en la lluvia, los grandes acontecimientos dejan ver algunos visos que los más avezados (usado el término en sus inmensas y múltiples acepciones) advierten en lontananza, por lo que muchos entienden que al cierre de la presente legislatura que termina el 20 de enero, podría comenzar a dejarse ver las primeras “señales de humo” sobre el panorama interno en el Partido de la Liberación Dominicana.

Y como partido de Gobierno, que es además, la principal fuerza política de la República Dominicana, lo que pase o no pase en su vida interna, gravitara en todo el panorama electoral de cara a los procesos internos del 2019, y más concretamente en perspectiva a los comicios de mayo del 2020.