Al recibir los resultados de la tomografía hecha a mi columna vertebral, tras el accidente que sufrí y al verla mi neurocirujano, ha determinado que no hay lesión, ni dañó alguno.
Desaparecerá mi cuello ortopédico, los cuidados del cuello por por los golpes recibidos se tratarán con analgésicos y calmantes, hasta que desaparezcan las secuelas.
Sigo cada vez más apegado a mi fe y mi creencia en Dios, él ha obrado para salvar mi vida y sacarme.
Los médicos que me han tratado y los que me tratan han puesto la ciencia a mi servicio, han hecho su mayor esfuerzo y de ellos estoy muy agradecido.
Mañana me toca llevar las tomografías de tórax y la de vientre al ortopeda y sé que todo estará bien, que recibiré el visto bueno para seguir adelante.
Reitero las gracias a todos los que me han visitado, llamado, apoyado, a las iglesias y a todos los cristianos que han orado por mi.
Soy un hijo de Dios y de mi pueblo, que seguiré firme como mi columna al servicio de las mejores causas y de los más necesitados.