Por Germán Reyes
TAMAYO: La gente que reside en Tamayo al parecer no le da crédito a eso de las enfermedades que en el mundo se son atribuidas a la circulación del coronavirus, llamadas Covid-19, al menos según el comportamiento que exhiben en desprecio a las recomendaciones para evitarlas.
Las autoridades municipales y provinciales, después de sus anuncios en el sentido de que habrían cerrado la población y de igual forma el mercado público, son desmentidas por las imágenes que publica la periodista Claudia Fabián Pineda.
En medio del supuesto cierre del poblado, a cuya cabeza de cuya iniciativa estuvieron (¿y siguen?) el gobernador Rafael Cuevas, el alcalde Huraldo Mesa y el diputado Eduard Jorge (PRM-Bahoruco), a la comunidad entró una persona proveniente de Jarabacoa que prendió las alarmas ante los temores de que tuviera el contagio de la pandemia. Por suerte, los exámenes posteriores establecieron resultados negativos.
“No solo el mercado sino los super y colmados”, dijo Alejndro Peralta en una reacción a la denuncia formulada en la red social Facebook.
El tránsito de vehículos, incluso, se dificulta en las calles principales como la avenida Libertad, en las proximidades de la calle 10 de marzo, la avenida Duarte, las callo San Antonio, 19 de noviembre, Mella y otras.
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Según las explicaciones un tanto más sopesadas de parte de algunos ciudadanos, el descontrol fue acelerado a su máxima expresión a propósito de las facilidades para la compra de comestibles proporcionadas por las tarjetas Solidaridad.
Asimismo, el cobro de los recursos que en las cuentas de una parte de los ciudadanos ha colocado el gobierno.
Sin embargo, las autoridades “no han sacado sus cabezas”, según dicen por doquier algunos residentes.
“En Tamayo no hay autoridades que tomen carta en asunto. Si en verdad les doliera su comunidad ya habrían buscado una solución al problemas. Son bultos y nada más. DIOS tenga misericordia de nosotros, porque se necesitan las verduras, pero hay que buscar solución a este problema”, dijo Rosa Altagracia Rubio Ramirez.
¡Hay Dios mío! Cúbrenos con tu santo manto porque, verdad, en Tamayo la gente no entiende el peligro de esta enfermedad, exclamó Gladiola López
