“Yo creo que eso no es un problema para los que tenemos Fe en Dios, el lugar no importa, desde la casa y en familia podemos mantener nuestras costumbres”, manifestó a "El Faro del Sur", Juana Féliz.
Los que normalmente acuden a los templos a ponerse en comunión con el creador, ahora tendrán que buscar otra forma de mantener sus costumbres religiosas, mientras permanezcan cerrados los lugares de adoración.
Alegando que no importa el lugar, algunos creyentes consideran que la disposición del primer mandatario, cerrando las iglesias, es atinada, debido a los incrementos de casos de COVID-19
“Yo en mi casa oro, y me pongo en comunión con Dios, hay que saber que no hay condiciones para visitar las iglesias, hay que adaptarse a la realidad”, dijo Francisco Acosta, que aunque dijo que no tiene la costumbre de acudir a la iglesia, cree en Dios.
El presidente ha hecho bien al cerrar las iglesias, eso ayudará a que los casos disminuyan, porque eso evita la aglomeración de personas en esos lugares cerrados”, expresó Indira Olivero.
Este primero de enero entra en vigencia la disposición del Poder Ejecutivo que paraliza por diez días todas las actividades que se realizan en las iglesias, capillas y otros centros religiosos que requieren de la concentración de personas.
