El restaurante Brisas del Caribe, me trae hermosos recuerdos: lugar acogedor, agradable, con una plantilla de excelentes profesionales de la cocina y sus camareros verdaderos artistas del buen trato.
Recuerdo a Juan Francisco (Cucho), Adonis, Quico o Batey, Yillo, Geremías, Teofilo, entre otros atentos caballeros.
Además, ha contado con una gerencia de gran visión. Brisas del Caribe ha sido un símbolo de la belleza de Barahona.
Estas cualidades que adornan a Brisas del Caribe, le han granjeado un éxito sostenido y el cariño de toda la provincia Barahona.
Agradezco profundamente, el espacio laboral que habilitó para mi madre esta empresa, siempre que quiso trabajarle a la familia Valerio, en la persona de doña Rosa, don Figurín y su hijo Osvaldo Valerio.
La icónica capacidad de mi madre, para la contabilidad y los números, la hacían y la hacen una profesional de gran demanda.
He aquí sendas fotografías: una, al inicio de los 90's, en la que figura, toda una niña hermosa, mi madre Georgina Del Carmen Guzmán Espinosa, y otra, de cuño más reciente, que retrata a Osvaldo.