Por José Medina
Tomado de Armario Libre
Funcionarios del gobierno del Partido Revolucionario Moderno (PRM), se han convertido en el cáncer, causando metástasis en el Consorcio Azucarero Central (CAC), que se ha dedicado a matar, de forma silente, a los pobres y campesinos de los bateyes de las provincias de Barahona, Bahoruco e Independencia.
El Consorcio Azucarero Central, arrendatario del ingenio Barahona, es el peor cáncer para los pobres de tres de las cuatro provincias de la región Enriquillo, desde hace más de diez años, pero en los últimos seis, a pesar de que se mantenía maltratando, vejando y hasta persiguiendo a hombres y mujeres serios, que han dedicado todas sus vidas al trabajo honesto.
El cáncer del CAC-Barahona, ha encontrado en los directores del Consejo Estatal del Azúcar (CEA), César Cedeño, y el Instituto Agrario Dominicano (IAD), Danilo del Rosario, los aliados perfectos en el gobierno del PRM, para provocar hasta la muerte, lenta, pero segura, de miles de pobres y paupérrimos de la zona cañera de la región Enriquillo.
Cedeño y Del Rosario, quienes con sus actitudes han provocado un gran malestar en los bateyes, deben ser excluidos de una posible comisión del gobierno para buscarle solución al problema, que ha enfrentado a las autoridades oficiales con los sectores religiosos, comunitarios y campesinas de las tres provincias sureñas.
El presidente Luis Abinader tiene y debe de pronunciarse sobre este gran problema que padece la zona cañera, pero debe hacerlo ya, porque mañana podría ser muy tarde.
César Cedeño y Danilo del Rosario, a pesar de que se identifican como enviados por el presidente Abinader, no actúan como dignos representantes del jefe del Ejecutivo, y en vez de ayudar a una buena gestión, han provocado ácidos y fuertes enfrentamientos.
El cáncer del CAC-Barahona, provoca otras metástasis, y pretende extenderse, con la medicina que le inyectan Cedeño y Del Rosario, a las costas de Enriquillo, Juancho y Oviedo de la turística provincia de Pedernales.
Permitirle una expansión de siembra de caña al CAC en el municipio de Enriquillo y poblados de Pedernales, sería una puñalada al turismo, a la importante vía que comunica la zona y a los habitantes de esa zona.
Las intenciones han encontrado el rechazo total de diversos sectores de las dos provincias, pero los principales ejecutivos del CAC-Barahona, quienes consideran que con dinero se resuelve todo, andan con maletines llenos dólares ofertando a todo el que se le interponga en su camino.
Los principales ejecutivos del CAC-Barahona, nunca les ha interesado la armonía, la conversación, los acuerdos, porque han creído que, con el dinero, atropellando a todo el mundo, lo podían comprar todo y resolver, pero, pero ahora, se han encontrado con un duro hueso, que ha demostrado que no todo tiene precio.
El cáncer del Consorcio Azucarero Central Barahona, comenzó afectado ciertas arterias de su cuerpo, con las cancelaciones y fabricación de expedientes de empleados que duraron hasta 19 años, con el único objetivo de no entregarles sus prestaciones laborales.
Armario Libre (impreso), por más de un año, enfrentó la empresa azucarera, con las vejaciones que sometió a sus empleados, quienes hasta presos estuvieron en el cuartelito del barrio Las Flores de Barahona.
En ese entonces, Armario Libre, parecía una golondrina enfrentando a un emporio, que, a pesar de los malestares causados en el seno de la empresa azucarera con sus publicaciones, jamás se detuvo, y hoy, ese pequeño cáncer denunciado por el periódico, ha hecho una metástasis tan grande en los últimos meses, que ha colocado al CAC en el mundo, como una de las peores.
Si el CAC Barahona hubiera resuelto sus problemas en aquellos tiempos, si no se hubiera abierto tantos frentes contra los pobres y todos los sectores, hoy su situación fuera diferente, y en vez de tener una región en contra, gastar millones de pesos comprando conciencia y favores, tuviera un respaldo absoluto de la población.
