POR BENNY RODRIGUEZ
Artículo enviado a Ecos del Sur
Los medios de comunicación constituyen un poder importante en el espacio individual, familiar y social en que actores políticos canalizan y crean opinión pública. Son, además, instrumentos para la promoción cultural, a través de los cuales vemos el mundo que nos rodea.
Los medios cada vez más y es importante que así sea, son actores de primer orden para el funcionamiento del sistema político, así como un fenómeno clave para mayor comprensión de la dinámica que se dan en él.
En el país se da un fenómeno interesante. Los medios de comunicación están jugando un papel protagónico en la difusión de las protestas sociales que ciudadanos ejercen en contra del paquete tributario, un sagrado derecho, establecido en la Constitución. El paquetazo fue sometido al Congreso y ya ese órgano de poder del Estado lo refrendo e hizo lo propio el Poder Ejecutivo que la promulgó.
La ultima protesta se llevó a cabo tuvo lugar la noche del sábado en la plaza de la bandera, para hoy hay programadas otras acciones en otros puntos de la ciudad Capital. Ciudades del interior, también, han realizado protestas en rechazo al “paquetazo”, como es conocida esa odiosa medida que el propio Presidente Danilo Medina definió como un “trago amargo”.
En medio de protestas un joven prometedor, en la flor de la juventud, cuasi medico, Willy Florián Ramírez, perdió lo mas preciado de un ser humano: la vida por los mismos propósitos y más recursos para la UASD que, en honor a la verdad, en cincuenta años, como lo ha dicho el rector Mateo Aquino Febrillet, gobierno alguno ha cumplido con el 5% para la institución como lo plantea la ley.
Sin embargo, muchos han desviado el propósito y caen insultos contra el ciudadano ex presidente de la Republica, doctor Leonel Antonio Fernández Reyna que, a mi modo de ver, se convierte en víctima y hacen verlo como un despropósito.
O será que de lo que se trata es de hacer del gobierno, de Danilo Medina, el PLD y del ex presidente Fernández Reyna, este último el objetivo fundamental de sus auspiciadores para debilitarlo de cara a las elecciones del 2016, como parte de un cerco mediático bien planificado, que tiene actores claves enquistados en los medios de comunicación
