AZUA.- La producción de melones es considerada un arma de doble filo por la peculiaridad que tiene de en un tiempo aproximado de dos meses, generar ganancias inmensas o pérdidas irreparables. Así de riesgoso es este cultivo.
Por esta situación, en los últimos años varias compañías que se dedicaban al cultivo de esta fruta desaparecieron, puesto que los riesgos eran mayores que los beneficios.
El cultivo de melón se realizaba con mayor eficiencia en Azua, Montecristi y Barahona por la cantidad de horas de luz solar, puesto que es conveniente cultivar ese fruto donde hay alta temperatura y pocas lluvias.
La región Sur, que por mucho tiempo fue considerada la mayor productora de melones en el país, fue afectada por plagas y esto provocó que algunas empresas dedicadas a la exportación de la fruta desaparecieran.
Específicamente en la provincia Azua el cultivo de melón se redujo de forma considerable por la llegada de la denominada “mosca blanca” y porque, de acuerdo con productores, disminuyó la demanda del mercado.
Según informaciones del Ministerio de Agricultura (MA), una de las empresas que fue afectada dejó de sembrar 30,000 tareas de melones tras las plagas y luego, para tratar de recuperar las pérdidas, sembró 28,000 tareas de guineo y de todas formas aún continuó en desventaja.
El encargado de manejo integrado de plagas de la Junta Agroempresarial Dominicana, Porfirio Álvarez, explicó que además de la mosca blanca, hubo otras plagas importantes dentro de las cuales está el tripido de la berenjena (thrips palmi), aunque en la desaparición de las compañías también incidieron algunos problemas de competitividad.
Mientras, Rigoberto Almonte, encargado del manejo por cosecha del departamento frutal del Ministerio de Agricultura, destacó que otra plaga que afectó gravemente la cosecha de melones fue la llamada “nematodos”, que se encuentran en el suelo y se comen las raíces de los cultivos.
Explicó que para combatir las enfermedades de las plantas se usaba un producto llamado bromuro de metilo, que servia para la desinfección del suelo.
Almonte informó que Agricultura prohibió ese agroquímico y al ocurrir esto el cultivo de melón se vio en crisis porque los demás nomaticidas no funcionaron.
“Cuando el Ministerio de Agricultura prohibió el bromuro de metilo a las grandes empresas como la Raymond Fry en Montecristi y la Domé en Azua, y la exportadora Aviagro de las Matas de Santa Cruz, estas optaron por plantar guineo convencional para ver si podían mantenerse”, manifestó.
Señaló que anteriormente se producían 1,700 melones por tareas y enviados a Estados Unidos; en la actualidad solo está la empresa agrícola Pinar del Río, en Azua, trabajando en la producción del cultivo y pocos productores que comercializan en sus localidades, porque la producción de melones requiere de muchos ingresos, puesto que hay que fumigarlos cada cuatro días.
El exproductor de melones, José María Reyes, dijo que antes se sembraban entre 4,000 a 5,000 tareas, en un conjunto de más de 400 productores, lo que generaba aproximadamente 1,000 empleos. Precisó que ahora en Azua solo tres o cuatro han seguido produciendo y cosechan entre 100 y 200 tareas por las difíciles circunstancias que se presentan.
“Muchas veces los agricultores sembramos y hacemos una inversión costosa y no sacamos la inversión porque el costo de cultivar esta fruta es muy elevado. Además otro problema que influye es que en Azua no tenemos ayuda por parte de las autoridades agrícolas; prácticamente estamos huérfanos en ese entorno”, expresó.
En tanto, el productor de melones Julio Ernesto Severino Céspedes, refirió que la siembra de melón está cerca de RD$12,000 por tarea, pues los productos, fertilizantes, semillas y preparación de tierras son costosas. Y que, de irle bien en una cosecha, generaría entre 70,000 y 75,000 pesos por camión que transportan de 1,000 a 2,000 unidades.
“Trabajar con esta fruta es un riesgo constante y se debe ser muy cuidadoso en la siembra y los cuidados que requiere. Regamos cada tres días, usamos abono, nitrato de potasio, de amonio y de fósforo, y la mano de obra también representa un punto importante”, refirió.
Severino Céspedes dijo que la producción de melones requiere del riego por goteo, el cual es un método de irrigación utilizado en las zonas áridas pues permite la utilización óptima de agua y abonos.
Por esta situación, en los últimos años varias compañías que se dedicaban al cultivo de esta fruta desaparecieron, puesto que los riesgos eran mayores que los beneficios.
El cultivo de melón se realizaba con mayor eficiencia en Azua, Montecristi y Barahona por la cantidad de horas de luz solar, puesto que es conveniente cultivar ese fruto donde hay alta temperatura y pocas lluvias.
La región Sur, que por mucho tiempo fue considerada la mayor productora de melones en el país, fue afectada por plagas y esto provocó que algunas empresas dedicadas a la exportación de la fruta desaparecieran.
Específicamente en la provincia Azua el cultivo de melón se redujo de forma considerable por la llegada de la denominada “mosca blanca” y porque, de acuerdo con productores, disminuyó la demanda del mercado.
Según informaciones del Ministerio de Agricultura (MA), una de las empresas que fue afectada dejó de sembrar 30,000 tareas de melones tras las plagas y luego, para tratar de recuperar las pérdidas, sembró 28,000 tareas de guineo y de todas formas aún continuó en desventaja.
El encargado de manejo integrado de plagas de la Junta Agroempresarial Dominicana, Porfirio Álvarez, explicó que además de la mosca blanca, hubo otras plagas importantes dentro de las cuales está el tripido de la berenjena (thrips palmi), aunque en la desaparición de las compañías también incidieron algunos problemas de competitividad.
Mientras, Rigoberto Almonte, encargado del manejo por cosecha del departamento frutal del Ministerio de Agricultura, destacó que otra plaga que afectó gravemente la cosecha de melones fue la llamada “nematodos”, que se encuentran en el suelo y se comen las raíces de los cultivos.
Explicó que para combatir las enfermedades de las plantas se usaba un producto llamado bromuro de metilo, que servia para la desinfección del suelo.
Almonte informó que Agricultura prohibió ese agroquímico y al ocurrir esto el cultivo de melón se vio en crisis porque los demás nomaticidas no funcionaron.
“Cuando el Ministerio de Agricultura prohibió el bromuro de metilo a las grandes empresas como la Raymond Fry en Montecristi y la Domé en Azua, y la exportadora Aviagro de las Matas de Santa Cruz, estas optaron por plantar guineo convencional para ver si podían mantenerse”, manifestó.
Señaló que anteriormente se producían 1,700 melones por tareas y enviados a Estados Unidos; en la actualidad solo está la empresa agrícola Pinar del Río, en Azua, trabajando en la producción del cultivo y pocos productores que comercializan en sus localidades, porque la producción de melones requiere de muchos ingresos, puesto que hay que fumigarlos cada cuatro días.
El exproductor de melones, José María Reyes, dijo que antes se sembraban entre 4,000 a 5,000 tareas, en un conjunto de más de 400 productores, lo que generaba aproximadamente 1,000 empleos. Precisó que ahora en Azua solo tres o cuatro han seguido produciendo y cosechan entre 100 y 200 tareas por las difíciles circunstancias que se presentan.
“Muchas veces los agricultores sembramos y hacemos una inversión costosa y no sacamos la inversión porque el costo de cultivar esta fruta es muy elevado. Además otro problema que influye es que en Azua no tenemos ayuda por parte de las autoridades agrícolas; prácticamente estamos huérfanos en ese entorno”, expresó.
En tanto, el productor de melones Julio Ernesto Severino Céspedes, refirió que la siembra de melón está cerca de RD$12,000 por tarea, pues los productos, fertilizantes, semillas y preparación de tierras son costosas. Y que, de irle bien en una cosecha, generaría entre 70,000 y 75,000 pesos por camión que transportan de 1,000 a 2,000 unidades.
“Trabajar con esta fruta es un riesgo constante y se debe ser muy cuidadoso en la siembra y los cuidados que requiere. Regamos cada tres días, usamos abono, nitrato de potasio, de amonio y de fósforo, y la mano de obra también representa un punto importante”, refirió.
Severino Céspedes dijo que la producción de melones requiere del riego por goteo, el cual es un método de irrigación utilizado en las zonas áridas pues permite la utilización óptima de agua y abonos.