El presidente Danilo Medina anunció el inicio de un proyecto de reconversión agrícola en el Valle de San Juan con una inversión en una primera etapa superior a los 12 mil millones de pesos, lo que permitiría que productores de la zona obtengan mayor rentabilidad con el uso del sistema de cultivo bajo ambiente controlado.
Entre las bondades de esta iniciativa sobresale una que aumentará la productividad con la instalación de invernaderos y la siembra de rubros de mayor demanda en el mercado interno y para la exportación, lo que significa también generación de empleos de calidad y mejoría en la calidad de vida de la población de San Juan de la Maguana.
Se resalta que ese proyecto fue diseñado para ser ejecutado en 20 años con una inversión global de 250 millones de dólares provenientes de un crédito del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), lo que pone a prueba la continuidad del Estado en una obra de gran alcance.
Como para no perder tiempo en el inicio de ese programa de reconversión agrícola, el Presidente ha dispuesto una inversión inicial de mil millones de pesos, hasta esperar que se cumplan los trámites pertinentes para que el BID erogue las primeras partidas del empréstito aprobado.
A pesar de su magnitud y largo periodo de ejecución, ese proyecto de reconversión de cultivos y cambio en la comercialización de la producción agrícola, no tiene carácter obligatorio, por lo que los productores agrícolas del Valle de San Juan que así lo deseen pueden continuar con sus viejos métodos de siembra o con los mismos rubros.
Tiene razón el mandatario al definir como penoso que pese a tener el mayor nivel de riqueza agropecuaria, la provincia de San Juan de la Maguana posee también los mayores niveles de pobreza (83%), por lo que ese proyecto de relanzamiento de la agricultura de la zona tiene esencialmente una vocación de reconversión social y económica de su población.
El préstamo de 250 millones de dólares que sostendría el financiamiento del programa anunciado, posee sólida garantía de retorno, pues será invertido en un periodo de 20 años en la recomposición de la oferta agrícola de una de las principales zonas productoras de la geografía nacional.
Productores agrícolas y pecuarios de otras regiones requieren también el concurso del Gobierno para intentar romper el círculo vicioso de la pobreza y exclusión para producir el gran salto desde una producción de subsistencia hacia la consolidación de la agropecuaria como fuente de empleo y calidad de vida.