Por FELIX BETANCES, para Ecos del Sur.
El gobierno del presidente Danilo Medina estuvo pre definido desde la concepción o sea, desde que se consideró la posibilidad de llegar al poder, a ejercer la primera magistratura del Estado.
Esa pre definición, se fundamentó en un trípode de acciones futuras que llenaron de ciertas esperanzas a muchos dominicanos y dominicanas, aunque de antemano se sabía que las posibilidades de llevarlas a cabo eran muy remotas, dada la dependencia que maniataría su gestión desde sus inicios.
“Corregir lo que está mal- continuar lo que está bien y hacer lo que nunca se ha hecho”, sabemos que no es tarea fácil, sin embargo, a juzgar por las acciones iniciales emprendidas por el Presidente, se tenía la ilusión de que todo marcharía bien, pero todo parece indicar que las cosas tomarán otro rumbo.
El presidente Medina tiene que ser muy cuidadoso con su accionar, para que no provoque una pérdida de Fe a destiempo en una gran parte del pueblo que de él espera por lo menos, una aceptable gestión.
Todavía aplaudimos medidas como las iniciadas en procura de erradicar el analfabetismo de nuestro País, la entrega del 4 % a la educación entre otras; en cambio cuando nos encontramos con casos como el de Bahía de Las Águilas en Pedernales, con la única justificación de que hay que desarrollar los potenciales de la Región Sur, uno se queda boquiabierto, por proceder de un gobierno que si bien ha prometido corregir lo que está mal, se supone que no cometería el error de seguir haciendo cosas malas y mucho menos, de apoyarlas o silenciarse ante ellas.
Asumiendo la presunción de inocencia, uno se pregunta: ¿A caso no sabía el señor Presidente que ese caso estaba en los tribunales del País, pendiente de una Sentencia judicial y que por el mismo hay varias personas que han sido objeto hasta de encarcelamiento?. ¿Es que está tan mal asesorado o totalmente inadvertido nuestro mandatario de cosas tan delicadas?.
El gobierno del presidente Danilo Medina estuvo pre definido desde la concepción o sea, desde que se consideró la posibilidad de llegar al poder, a ejercer la primera magistratura del Estado.
Esa pre definición, se fundamentó en un trípode de acciones futuras que llenaron de ciertas esperanzas a muchos dominicanos y dominicanas, aunque de antemano se sabía que las posibilidades de llevarlas a cabo eran muy remotas, dada la dependencia que maniataría su gestión desde sus inicios.
“Corregir lo que está mal- continuar lo que está bien y hacer lo que nunca se ha hecho”, sabemos que no es tarea fácil, sin embargo, a juzgar por las acciones iniciales emprendidas por el Presidente, se tenía la ilusión de que todo marcharía bien, pero todo parece indicar que las cosas tomarán otro rumbo.
El presidente Medina tiene que ser muy cuidadoso con su accionar, para que no provoque una pérdida de Fe a destiempo en una gran parte del pueblo que de él espera por lo menos, una aceptable gestión.
Todavía aplaudimos medidas como las iniciadas en procura de erradicar el analfabetismo de nuestro País, la entrega del 4 % a la educación entre otras; en cambio cuando nos encontramos con casos como el de Bahía de Las Águilas en Pedernales, con la única justificación de que hay que desarrollar los potenciales de la Región Sur, uno se queda boquiabierto, por proceder de un gobierno que si bien ha prometido corregir lo que está mal, se supone que no cometería el error de seguir haciendo cosas malas y mucho menos, de apoyarlas o silenciarse ante ellas.
Asumiendo la presunción de inocencia, uno se pregunta: ¿A caso no sabía el señor Presidente que ese caso estaba en los tribunales del País, pendiente de una Sentencia judicial y que por el mismo hay varias personas que han sido objeto hasta de encarcelamiento?. ¿Es que está tan mal asesorado o totalmente inadvertido nuestro mandatario de cosas tan delicadas?.
Quizás haya sido sorprendido en su buena Fe y de ser así, deberá proceder a eliminar de sus alrededores a todos esos falsos asesores con quienes cuenta hasta ahora.
¡Señor Presidente!, usted le pidió a Dios que no le permitiera empañar su gestión y que tampoco permitiera que nadie se la empañara.
¡Presidente!, el caso de esas Aves, no tan solo empañaría su gestión, sino que podría enlodarla y creo que usted no se merece eso. Abra el ojo, su pueblo lo espera y sabe que usted lo sigue llevando en su corazón.