POR JOSE ANTONIO MATOS
Para Ecos del Sur.
Saludamos con gran esperanza la llegada a Neiba de la Asociación Dominicana de Rehabilitación, con la instalación de su junta directiva filial Neiba, el pasado viernes 22-3-2013.
Es de profunda satisfacción para nosotros, la llegada a esta deprimida zona, de instituciones tan vitales como esa, capaz de servirle a pobres y ricos, con la consabida ley de que las desgracias les pueden llegar a cualquiera y esa institución madre, que ha servido en su largo historial de vida a tantos miles de Dominicanos, muchos de los cuales, han encontrado la detención de una invalidez crónica ó parcial, por los tratos facultativos y humanistas que ella le brinda.
La sociedad dominicana no tiene como pagarle a la señora Mery de Marranzini, su dedicación y empuje a esa brillante obra, la cual se dice inspirada en la desgracia llegada al través del polio, a su hijo, que gracias a los cuidos y servicios dados, ha hecho vida profesional y empresarial en igualdad de condición ó menos desigual con los otros dominicanos.
De igual manera podría ser la diferencia en nuestro desarrapado sur, de cientos y cientos de hombres, mujeres y niños, que por tener tan lejos esa posibilidad, se quedan sumidos en el deterioro progresivo que le provoca una lesión, una falla congénita ó una secuela de enfermedad ó accidente. Siendo esta zona, no sabemos si por algún factor de consumo ó falta de asistencia médica, donde se observa un importante número de personas con problemas de esos órdenes.
Toda la población debe mostrar su apoyo irrestricto al verdadero establecimiento y funcionalidad de este bello ejemplo de humanidad, respaldarlo en todo momento y en cada ocasión que se presente con su mano amiga, para que no sufra lo de otras instituciones, como los Bomberos civiles ó defensa civil, que languidecen en todo el año y solo son recordados por nosotros o las autoridades gubernamentales y municipales, cuando nos llegan los momentos difíciles.
Felicitamos a su primer presidente y su consejo directivo, el joven José Darío Cepeda, que ha sabido trillar un sendero de superación y amor al prójimo, de seguro que una vez más exhibirá sus frutos a favor de un sector que lo puede integrar cualquiera de nosotros. No podemos dejar de recordar que cuando fuimos electrizados hace más de 8 años, usamos en Barahona los servicios de terapia y orientación de esa institución, con lo que hacemos vida normal, pero muchos no tiene la fuerza y la suerte de llegar allí, por eso entendemos que también hay que instalarlo aquí, “cuando Mahoma no puede ir a la Montaña, entonces hay que traer la montaña a Mahoma”
Es de profunda satisfacción para nosotros, la llegada a esta deprimida zona, de instituciones tan vitales como esa, capaz de servirle a pobres y ricos, con la consabida ley de que las desgracias les pueden llegar a cualquiera y esa institución madre, que ha servido en su largo historial de vida a tantos miles de Dominicanos, muchos de los cuales, han encontrado la detención de una invalidez crónica ó parcial, por los tratos facultativos y humanistas que ella le brinda.
La sociedad dominicana no tiene como pagarle a la señora Mery de Marranzini, su dedicación y empuje a esa brillante obra, la cual se dice inspirada en la desgracia llegada al través del polio, a su hijo, que gracias a los cuidos y servicios dados, ha hecho vida profesional y empresarial en igualdad de condición ó menos desigual con los otros dominicanos.
De igual manera podría ser la diferencia en nuestro desarrapado sur, de cientos y cientos de hombres, mujeres y niños, que por tener tan lejos esa posibilidad, se quedan sumidos en el deterioro progresivo que le provoca una lesión, una falla congénita ó una secuela de enfermedad ó accidente. Siendo esta zona, no sabemos si por algún factor de consumo ó falta de asistencia médica, donde se observa un importante número de personas con problemas de esos órdenes.
Toda la población debe mostrar su apoyo irrestricto al verdadero establecimiento y funcionalidad de este bello ejemplo de humanidad, respaldarlo en todo momento y en cada ocasión que se presente con su mano amiga, para que no sufra lo de otras instituciones, como los Bomberos civiles ó defensa civil, que languidecen en todo el año y solo son recordados por nosotros o las autoridades gubernamentales y municipales, cuando nos llegan los momentos difíciles.
Felicitamos a su primer presidente y su consejo directivo, el joven José Darío Cepeda, que ha sabido trillar un sendero de superación y amor al prójimo, de seguro que una vez más exhibirá sus frutos a favor de un sector que lo puede integrar cualquiera de nosotros. No podemos dejar de recordar que cuando fuimos electrizados hace más de 8 años, usamos en Barahona los servicios de terapia y orientación de esa institución, con lo que hacemos vida normal, pero muchos no tiene la fuerza y la suerte de llegar allí, por eso entendemos que también hay que instalarlo aquí, “cuando Mahoma no puede ir a la Montaña, entonces hay que traer la montaña a Mahoma”