POR JOSE ANTONIO MATOS
Para Ecos del Sur
En el inicio de la primavera, en esta fecha específicamente, se empiezan a registrar inicios de descensos en los niveles verticales del Lago Enriquillo, lo decimos por el historial palpado por nosotros, en toda esta corrida alcista, en que lo hemos medido y observado, se ha expresado como una constante en los últimos años, lo vimos el pasado año, en el que a pesar de que terminó los 365 días, con una crecida vertical de 122 centímetros, en la primera parte del año, tuvo un saldo de 19 centímetros hacia abajo, al momento de hacer lo suyo, la tormenta Isaac, el 23 de agosto 2012, habiendo tenido leves subidas entre los meses de mayo y abril.
Lo vimos hacer un cuadro similar en el año anterior, por ejemplo, el 2011, cuando cerró con un saldo de crecida vertical de 155 centímetros, empezó a decrecer en los inicios de la primavera, subiendo levemente con las aguas de mayo y abril, moderado, siempre que no desfoguen la presa de Sabana Yegua, para terminar en ese año, el 2011, a la altura del mes de Julio, cuando entraron las tormentas Emily e Irene, con un saldo de 25 centímetros verticales hacia abajo, que empezadas las escorrentías de la época, con las aguas de descarga de las presas, repitió la hazaña de crecida en la parte final del año, en que subió 180 centímetros.
Julio Fernández, David Vólquez y quien escribe, junto a un grupo de ciudadanos del sur, iniciamos una cruzada de diagnósticos y recomendación de soluciones, para lo cual incluimos charlas diversas, visitas a medios de comunicación escrita, televisada y radial, mientras revisábamos, observábamos y medíamos los comportamientos de las aguas y sus destinos, hasta llegar a la conclusión que hemos expresado, las aguas del Yaque del Sur son las principales responsables del gran desastre que representa el haberse elevado en más de 21 metros el nivel del lago Enriquillo.
Finalmente, el gobierno actual, que data de menos de 8 meses ha comenzado a dar respuesta a nuestros planteamientos, empezaron a trabajar en el sistema de derivación de aguas a la Bahía de Neiba y anuncian con firmeza, la tan ansiada presa de Monte Grande.
La presa en cuestión, viene a dar respuesta a fundamentales necesidades de nuestra región, como son, agua potable y de regadío para la producción, energía eléctrica de la llamada limpia, porque su costo es cero, además de que en el caso, la presa no se hace para ello, sino que es para las demás funciones, y la otra finalmente, es un seguro para el amortiguamiento de las grandes avenidas, por tanto, estas obras, junto a la carretera San Juan-Santiago, son la prioridad del momento, en el supuesto lejano sur.
Lo vimos hacer un cuadro similar en el año anterior, por ejemplo, el 2011, cuando cerró con un saldo de crecida vertical de 155 centímetros, empezó a decrecer en los inicios de la primavera, subiendo levemente con las aguas de mayo y abril, moderado, siempre que no desfoguen la presa de Sabana Yegua, para terminar en ese año, el 2011, a la altura del mes de Julio, cuando entraron las tormentas Emily e Irene, con un saldo de 25 centímetros verticales hacia abajo, que empezadas las escorrentías de la época, con las aguas de descarga de las presas, repitió la hazaña de crecida en la parte final del año, en que subió 180 centímetros.
Julio Fernández, David Vólquez y quien escribe, junto a un grupo de ciudadanos del sur, iniciamos una cruzada de diagnósticos y recomendación de soluciones, para lo cual incluimos charlas diversas, visitas a medios de comunicación escrita, televisada y radial, mientras revisábamos, observábamos y medíamos los comportamientos de las aguas y sus destinos, hasta llegar a la conclusión que hemos expresado, las aguas del Yaque del Sur son las principales responsables del gran desastre que representa el haberse elevado en más de 21 metros el nivel del lago Enriquillo.
Finalmente, el gobierno actual, que data de menos de 8 meses ha comenzado a dar respuesta a nuestros planteamientos, empezaron a trabajar en el sistema de derivación de aguas a la Bahía de Neiba y anuncian con firmeza, la tan ansiada presa de Monte Grande.
La presa en cuestión, viene a dar respuesta a fundamentales necesidades de nuestra región, como son, agua potable y de regadío para la producción, energía eléctrica de la llamada limpia, porque su costo es cero, además de que en el caso, la presa no se hace para ello, sino que es para las demás funciones, y la otra finalmente, es un seguro para el amortiguamiento de las grandes avenidas, por tanto, estas obras, junto a la carretera San Juan-Santiago, son la prioridad del momento, en el supuesto lejano sur.
Como beneficios colaterales y fundamentales al final de lo que se construya, vendría como dijimos una generación de más de 7 megavatios, que viene siendo similar al inicio de la hidroeléctrica las Damas, tendríamos un abastecimiento de riego nuevo, de mas de 150 mil tareas de tierras, que incluirán una buena parte de terrenos que hoy en día, por gravedad no se irrigan y desmontará, según lo anunciado, más de 30 sistemas de riego que funcionan a electricidad ó combustible. Tendrá además el beneficio de la crianza de peces.