BANI.- La Dirección de Investigaciones Criminales (Dicrim) trata de establecer la identidad de los asesinos del abogado Odalis Lara y del comerciante Narciso Valdez, cuyos cadáveres quemados fueron hallados ayer dentro de una yipeta en una comunidad rural de Azua.
Lara y Valdez, desaparecidos desde el 30 de marzo, Sábado Santo, fueron hallados muertos dentro de la yipeta Toyota CRV placa G673633, propiedad del comerciante.
Ambos salieron el Sábado Santo a realizar un “negocio”, según declaró una hija de Lara que se encontraba en la casa atendiéndolo pues estaba recién operado de una hernia.
Una fuente que participó en el levantamiento de los cadáveres reveló que estaban calcinados en un noventa por ciento, con los cráneos explotados, en la parte trasera de la yipeta.
Una hija del abogado Lara identificó a su padre por un reloj que se ella le había regalado a su progenitor.
También fueron hallados un casquillo de arma de fuego y otros objetos dentro y fuera del vehículo.
Al lugar se presentaron los fiscales de Azua y Baní, Rafael Brito, Constantino Beltré y Miguel Cuevas; la directora del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) en Azua, doctora Ana Sánchez; el médico legista de Baní, el doctor Walter López Pimentel.
Hoy en la mañana los cadáveres serán sometidos a una necropsia a los fines de determinar las causas y el tiempo de la muerte de ambos.
En esta ciudad se conjetura que la desaparición de Lara y Valdez está relacionada con actividades comerciales realizadas por Valdez, del cual Lara era su abogado.
La última llamada realizada desde el teléfono móvil de Lara fue ubicada por los oficiales policiales y del ministerio público que realizan las investigaciones del caso en el poblado de Las Yayas de Viajama, en el tramo carretero Azua-San Juan de la Maguana, justo en el área donde ayer fueron encontrados los cadáveres.
Tanto en Baní donde vivía Valdez, como en el distrito municipal de El Carretón, donde vivía Lara, diversos sectores reaccionaron apenados por lo ocurrido.
Lara y Valdez, desaparecidos desde el 30 de marzo, Sábado Santo, fueron hallados muertos dentro de la yipeta Toyota CRV placa G673633, propiedad del comerciante.
Ambos salieron el Sábado Santo a realizar un “negocio”, según declaró una hija de Lara que se encontraba en la casa atendiéndolo pues estaba recién operado de una hernia.
Una fuente que participó en el levantamiento de los cadáveres reveló que estaban calcinados en un noventa por ciento, con los cráneos explotados, en la parte trasera de la yipeta.
Una hija del abogado Lara identificó a su padre por un reloj que se ella le había regalado a su progenitor.
También fueron hallados un casquillo de arma de fuego y otros objetos dentro y fuera del vehículo.
Al lugar se presentaron los fiscales de Azua y Baní, Rafael Brito, Constantino Beltré y Miguel Cuevas; la directora del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) en Azua, doctora Ana Sánchez; el médico legista de Baní, el doctor Walter López Pimentel.
Hoy en la mañana los cadáveres serán sometidos a una necropsia a los fines de determinar las causas y el tiempo de la muerte de ambos.
En esta ciudad se conjetura que la desaparición de Lara y Valdez está relacionada con actividades comerciales realizadas por Valdez, del cual Lara era su abogado.
La última llamada realizada desde el teléfono móvil de Lara fue ubicada por los oficiales policiales y del ministerio público que realizan las investigaciones del caso en el poblado de Las Yayas de Viajama, en el tramo carretero Azua-San Juan de la Maguana, justo en el área donde ayer fueron encontrados los cadáveres.
Tanto en Baní donde vivía Valdez, como en el distrito municipal de El Carretón, donde vivía Lara, diversos sectores reaccionaron apenados por lo ocurrido.