POR JOSE ANTONIO MATOS
Para Ecos del Sur.
Recorrimos parte del trayecto que constituye el aliviadero de Canoa, junto al ingeniero David Vólquez Román y no pude resistir la insistencia del amigo, para que inspeccionemos ambos, la seriedad de la construcción y lo viable del recorrido de las aguas, que se constituyen en artefacto mortal sin estas estructuras. Nos maravillamos de lo grandilocuente del majestuoso puente, el de Canoa, construido por el gobierno del ingeniero Hipólito Mejía, hecho, al parecer, con alta visión, para lo que deberá ser capaz hoy, el transporte bajo si, del 75% y más de las aguas que han sido la destrucción de todo lo que le queda a su paso aguas abajo hasta llenar supernumerariamente la Hoya del lago Enriquillo.
La zanja que se traza bajo el mencionado puente, lleva la característica clamada por nosotros, para detener las inundaciones del lago Enriquillo, de seguir el curso que llevan los trabajos y el gobierno central aprovisionar adecuadamente los fondos, francamente la derivación de aguas pueden empezar a dar sus frutos en la próxima temporada ciclónica.
Fue de gran sorpresa nuestra, escuchar a varios agricultores de esos lugares aclamar esta solución y decir a boca llena, que con eso se acabarán sus inundaciones, ¡cuanta conciencia!, la que le ha faltado a muchos ambientalistas, sólo les escuchamos una reclamación, la indemnización por los terrenos que comprometerá el aliviadero., que de acuerdo a los mismos, serían cerca de doscientos agricultores, con una extensión de terrenos a perder, de acuerdo a ellos, alrededor de mil tareas son las comprometidas, las cuales entendemos, el gobierno debe compensar con dinero y representación en cuota parte, con la construcción de canales adecuados para la irrigación de los terrenos aledaños.
Este aliviadero es la solución a la crecida del lago Enriquillo, válvula de seguridad para esa subregión, la preparación a la descarga de los sedimentos de la presa de Sabana Yegua, que se dice, tiene un 25% de eso y es, este aliviadero, condición sine qua non para la construcción impostergable de la presa de Monte Grande.
La zanja que se traza bajo el mencionado puente, lleva la característica clamada por nosotros, para detener las inundaciones del lago Enriquillo, de seguir el curso que llevan los trabajos y el gobierno central aprovisionar adecuadamente los fondos, francamente la derivación de aguas pueden empezar a dar sus frutos en la próxima temporada ciclónica.
Fue de gran sorpresa nuestra, escuchar a varios agricultores de esos lugares aclamar esta solución y decir a boca llena, que con eso se acabarán sus inundaciones, ¡cuanta conciencia!, la que le ha faltado a muchos ambientalistas, sólo les escuchamos una reclamación, la indemnización por los terrenos que comprometerá el aliviadero., que de acuerdo a los mismos, serían cerca de doscientos agricultores, con una extensión de terrenos a perder, de acuerdo a ellos, alrededor de mil tareas son las comprometidas, las cuales entendemos, el gobierno debe compensar con dinero y representación en cuota parte, con la construcción de canales adecuados para la irrigación de los terrenos aledaños.
Este aliviadero es la solución a la crecida del lago Enriquillo, válvula de seguridad para esa subregión, la preparación a la descarga de los sedimentos de la presa de Sabana Yegua, que se dice, tiene un 25% de eso y es, este aliviadero, condición sine qua non para la construcción impostergable de la presa de Monte Grande.