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lunes, 22 de abril de 2013

OPINION: Ser médico, realidad o ficción (Primera Parte).

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POR JOTIN R. PEREZ
Artículo enviado a Ecos del Sur


Con este título quisiera denominar estas letras, las cuales no me hacen sentir con la comodidad suficiente como para sentirme orgulloso de ser el autor de un escrito como este, cuya trama destaparía una serie de sentimientos encontrados ante toda una clase profesional tan importante como el aire que se intercambia en el aparato respiratorio.

Comienzo.

Un/a joven decidido o motivado por alguien o algo, decide por desconocimiento ingresar a una escuela de medicina, pasar 5 o 6 años en una universidad, mas 1 año de internado para después graduarse, todo esto, ante el pasar del tiempo y viendo como gran parte de sus vidas se desvanece sin ni siquiera formal parte del sector laboral (sin recibir ni un centavo) y claro, para lograr graduarte necesariamente se incurre en gastos que obligatoriamente deben costearse.

Después de todo esto, haces una solicitud de pasantía de ley, algo desesperante y aunque no fue mi caso en particular, conozco colegas que tardan hasta 1 año en recibir la llamada desde esa dependencia del ministerio de SP, y a donde es que quiero llegar con esto ? A compartir mi indignación con ustedes mis colegas, de que esto es una carrera llena de sacrificios, y de sueños que probablemente no se hagan realidad, nos educamos por pura satisfacción personal, por hacer realidad un sueño, pero también lo hacemos para formar parte de un sistema que no nos brinda las oportunidades para tener una mejor vida. Porque lejos de optar por una residencia que solamente es lograda por una minoría debemos aceptar de que nuestros padres tienen unos "parásitos económicos" por lo menos hasta los 30-35 años, y esto debido a que las plazas laborales no son del todo garantizadas; usted termina una pasantía de ley, la cual es obligatoria y tienes 2 opciones:
 
1-Aspirar/concursar a una residencia
2-Quedarte como médico general
 
Procedo a detallar las dos opciones;
Si eliges la primera opción, debes saber que no hay cama para todos; ya que el número de plazas nunca estará acorde con la cantidad de concursantes, pero mucho menos con las necesidades reales de nuestro sistema de salud, pues año tras año, los gritos y llantos que se escuchan tras cada concurso son lo bastante fuertes como para provocar un escándalo mayúsculo. Si aciertas, y logras ser aceptado en un programa de residencias médicas, debes estar preparado para un verdadero Centro (militar), abusos reales, palpables, a la clara, sin esconderlos y ante la mirada indiferente de los coordinadores y demás especies, debes prepararte para trabajar como un esclavo y sobretodo sin que el medio te brinde las condiciones necesarias para tales fines, es más, debes sacar de donde no hay, no obstante el mísero sueldo que devenga un médico residente. (No seguiré, porque podría pasarme 24 horas ininterrumpidas hablando sobre residencias médicas, sus abusos, sus condiciones).

La 2da opción, es lo que yo llamo la más grande denigración y bajeza a la que se puede someter un profesional de la salud (claro, después de la RM), y es que esta es una decisión que debe ser pensada de una manera minuciosa, porque dentro de esta opción también tiene 2 opciones (valga la redundancia); 1-Conseguir un contrato como medico asistente en SP y 2-Trabajar a nivel privado; prosigo.