POR ALEJANDRO SANTANA
Artículo enviado a Ecos del Sur.
Hay sustracciones de piezas, de objetos que causan pardinas de dinero a una empresa, que les afecta su desenvolvimiento productivo y eso es dañino.
Pero que los robos consistan en las sustracciones de chumaceras de bronce a los vagones que transportan la caña, a carros que se deslizan por vías férreas y que hasta atraviesan por zonas pobladas, es un crimen.
Y es un crimen porque esos vagones, tienen en sus rodajes esa especie de casquillos que van colocados en sus ejes, que no se ven a simple vista, pero que su ausencia causa daños graves a esos y hasta accidentes fatales.
Esos casquillos, son de bronce un metal parecido al cobre, que es comprado por metaleros deshonestos que saben que quienes lo venden se lo han robado.
Se lo han robado al Consorcio Azucarero Central, y con esa acción no solo causan pérdidas económicas, sino que ponen en peligro a todo el que este cerca de uno de esos vagones al que le han robado esos rodajes.
Sin eso, los ejes de los vagones se calientan, se ponen al rojo vivo y pueden colapsar en cualquier momento, poniendo en peligro la vida de muchos obreros y de personas que transitan por los lugares donde estos se desplazan.
Se podría pensar en el surgimiento de una mafia, que no solo desea causar daño a la empresa, sino afectar la economía de esta región, pues en la medida en que se sigan produciendo esos robos, la empresa podría colapsar.
Y si la empresa, afectada por los constantes robos millonarios de que es objeto, tiene que cerrar sus puertas, entonces quienes laboran en ella irían a las calles en una región donde lo que más falta es trabajo.
Sería aconsejable que por una vez las autoridades policiales, ministerio publico y autoridades judiciales, se dedicaran a investigar esos robos que todos sabemos a dónde van a parar, solo hay que investigar, para identificar a esos criminales.
Artículo enviado a Ecos del Sur.
Hay sustracciones de piezas, de objetos que causan pardinas de dinero a una empresa, que les afecta su desenvolvimiento productivo y eso es dañino.
Pero que los robos consistan en las sustracciones de chumaceras de bronce a los vagones que transportan la caña, a carros que se deslizan por vías férreas y que hasta atraviesan por zonas pobladas, es un crimen.
Y es un crimen porque esos vagones, tienen en sus rodajes esa especie de casquillos que van colocados en sus ejes, que no se ven a simple vista, pero que su ausencia causa daños graves a esos y hasta accidentes fatales.
Esos casquillos, son de bronce un metal parecido al cobre, que es comprado por metaleros deshonestos que saben que quienes lo venden se lo han robado.
Se lo han robado al Consorcio Azucarero Central, y con esa acción no solo causan pérdidas económicas, sino que ponen en peligro a todo el que este cerca de uno de esos vagones al que le han robado esos rodajes.
Sin eso, los ejes de los vagones se calientan, se ponen al rojo vivo y pueden colapsar en cualquier momento, poniendo en peligro la vida de muchos obreros y de personas que transitan por los lugares donde estos se desplazan.
Se podría pensar en el surgimiento de una mafia, que no solo desea causar daño a la empresa, sino afectar la economía de esta región, pues en la medida en que se sigan produciendo esos robos, la empresa podría colapsar.
Y si la empresa, afectada por los constantes robos millonarios de que es objeto, tiene que cerrar sus puertas, entonces quienes laboran en ella irían a las calles en una región donde lo que más falta es trabajo.
Sería aconsejable que por una vez las autoridades policiales, ministerio publico y autoridades judiciales, se dedicaran a investigar esos robos que todos sabemos a dónde van a parar, solo hay que investigar, para identificar a esos criminales.
Como país, cada día recibimos la peor valoración en materia de seguridad frente a los inversionistas que nos generan empleos para nuestra gente, y quienes roban a las empresas de capital foráneo, son enemigos de su país.
Lo son porque ponen en peligro la economía del pueblo y de regiones que necesitan de empleos para seguir viviendo con honestidad.
Queremos que nuestra región se desarrolle, pero esto no es posible cuando se producen robos a empresa, cuando se producen agresiones a inversionistas y nuestras autoridades no actúan en consecuencia, los protagonistas de estas malas acciones son nuestros enemigos y en consecuencia hay que denunciarlos.
Nuestras autoridades deben velar porque ese tipo de acción desleal siga ocurriendo, porque aquí se sabe a dónde van a parar los robos de cobres, de bronce y otros materiales que los metaleros compran