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martes, 21 de mayo de 2013

OPINION: El presidente Danilo Medina y los sectores productivos

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POR JOSE DOLORES MATEO
Para Ecos del Sur.
 
Al asumir la conducción del Estado, el pasado 16 de agosto  del 2012, el presidente de la República, licenciado Danilo Medina, instauró su peculiar estilo de gobierno  caracterizado, entre otras virtudes, por asistir de manera improvisada, los fines de semana,  a diversas comunidades del país haciéndose, acompañar de un  reducido equipo de funcionarios, en procura de recoger las necesidades más sentidas de sus moradores, a los fines de dar solución satisfactoria a las mismas, según lo permitan las posibilidades financieras del gobierno.

En sus recorridos-región por región,  pueblo por pueblo, campo por campo- el mandatario ha hecho hincapiés  en fortalecer y relanzar las medianas y pequeñas empresas, ya sean éstas de origen agropecuario o no, capaces de generar empleo, riquezas, disminuir los niveles de pobreza y, por vía de consecuencia, mejorar las condiciones de vida de la gente.

El pasado domingo 19 del cursante mes de mayo, el presidente Danilo Medina, en un encuentro con diferentes sectores productivo del municipio de Neyba dispuso, entre otras medidas, apoyar técnica y financieramente a  productores vacunos organizados en la Asociación de Ganaderos de Neyba (ASOGANE) y a los vitivinicultores matriculados en la Cooperativa de Vitivinicultores del Valle de Neyba (COOPEVINE).

Por el impacto socioeconómico que ambas actividades productivas tienen en la zona, esta medida gubernamental tiene una gran trascendencia en el ámbito jurisdiccional.

El cultivo de la vid, por ejemplo, es considerado como un baluarte en la comunidad de Neyba, toda vez que se le tiene como una de las principales fuentes generadoras de riquezas y empleos.

Hoy  los productores vitivinícolas del Valle de Neyba se sienten optimistas y esperanzados, porque han sentido la firme intensión del presidente Danilo Medina de ayudarlos en el relanzamiento y  consolidación de ese sector productivo.

Y es que la producción, procesamiento e industrialización de  la fruta debe ser visto, incluso, como un medio real para ahorrarle al país anualmente una cantidad importante de divisas en la importación de vinos, pasas y otros subproductos.        
    
Se podría decir, sin ambages, que tras el encuentro del pasado domingo con  el presidente Medina, las perspectivas, anhelos y esperanzas de los cultivadores de vides se han afianzado y estarían ellos más optimistas si el gobierno, mediante las instituciones pertinentes ligadas al sector, implementara  un programa sostenible de desarrollo que sirva de plataforma  para el equipamiento y ampliación de la bodega industrial que ya existe en la zona; pero que además del vino, se adecue para el procesamiento de jugos y éstos últimos puedan ser adquiridos por el gobierno como parte de el desayuno escolar.

Ahí si es que,  de verdad,   se constituiría el cultivo de la vid en un renglón socioeconómico importante para las más de 5 mil familias que viven, directa e indirectamente, de esta importante actividad productiva.