POR ALFREDO FELIZ LOPEZ,
para Ecos del Sur
El Domingo 6 de Mayo de 1973 , alrededor de las 10 de la noche ,corrió por toda la ciudad la noticia mataron a Palin, el hijo de Dámaso López , nadie lo creía; pero la población tenía el temor de Salir de su vivienda a confirmar la noticia, ciertamente había sido así, Radio Barahona lo confirmó por medio de un reporte de su locutor de turno Roberto Armando Matos.
El joven Pablo Pérez (Palin), cayo vilmente asesinado por el Sargento de la Policía Nacional Ciriaco Cuevas (YACO) vinculado según versiones al grupo terrorista la Banda protegida y apadrinada por el jefe de la policía nacional Enrique Pérez y Pérez.
A la hora de su muerte Palin tenía apenas 17 años de edad.
Palin participaba esa noche con decenas jóvenes que se movilizaban por toda la ciudad reclamando una mayor asignación presupuestal para la Universidad Autónoma de Santo Domingo y el cese de la represión que existía sobre todo el país. La movilización fue atacada a tiro el sargento Yaco en el sector de Savica en la calle José Fabio Berges entre la Jaime Mota y la Anacaona.
Palin participaba esa noche con decenas jóvenes que se movilizaban por toda la ciudad reclamando una mayor asignación presupuestal para la Universidad Autónoma de Santo Domingo y el cese de la represión que existía sobre todo el país. La movilización fue atacada a tiro el sargento Yaco en el sector de Savica en la calle José Fabio Berges entre la Jaime Mota y la Anacaona.
La plaza policial era comandada por el coronel Norvo Antonio Pérez y el encargado del servicio secreto era el temible Manuel Medina Feliz (Capitán Medina) de mala recordación para este pueblo por todos los vejámenes cometidos contra ciudadanos indefensos de esta ciudad. Y junto ellos estaban un equipo integrado por Cojito Feliz, Hidalgo, Santana, Rubert, Coco, Topo yiyo, y otros como Bigote de Kaki y Nina.
El dia siguiente, el 7 de Mayo, a pesar de la represión imperante, miles de personas nos congregamos en la calle Luis E. del Monte No, 100, donde vivía Palin y de ahí partimos al cementerio Municipal para darle cristiana sepultura al joven asesinado, no importó la intimidación que en todo el trayecto hizo la policía , ni en el mismo cementerio, la juventud barahonera estaba desafiante por la muerte de unos de sus hijos que era miembro del Frente Estudiantil Flavio Suero (FEFLAS).
Recordar a Palin, es recordar a todos los jóvenes de esta generación que con sangre y sudor fuimos de capaces de luchar sin descanso por cambiar el estado imperante en el país.