POR ALEJANDRO SANTANA
Artículo enviado a Ecos del Sur
Yo era muy dado a contestar a pan fleteros, a simuladores, a lobos disfrazados de ovejas, a falsos monjes y hasta personeros con doble moral.
Agradezco a un amigo, odontólogo que un día me llamó a su consultorio y me aconsejó que conserve mis energías para escribir sobre hechos nobles, sobre situaciones que realmente interesen a las mayorías.
Le presté atención y mis peleas se han reducido, pero en estos días he escuchado a supuestos amigos que hasta han cuestionado mi moral como periodista, algunos me han puesto ha figurar en nominas donde nunca he estado.
Algunos hasta epítetos me han colocado, como el de Aleximandro, ese mismo personaje me ha llamado arrodillado y cautivo de dos amistades que el perdió por ambivalente (traidor).
Yo estoy limpio de manchas y de conciencia porque personas reunidas al medio día por más que vociferen y escriban nunca podrán convencer a nadie de que es a media noche, siendo las doce del medio día.
Con estas palabras Ángel Augusto Suero, (Negro Suero), salió al frente a maledicencia que lanzaban personeros en su contra tras la muerte de Carlos Julio González, ¡hoy las hago mías!.
Nunca he creído que se sea honesto difundiendo un hecho real o ficticio y que por lo bajo se pida a amigos que vallan donde el afectado a pedir para el algún favor.
Con eso he tenido mucho cuidado toda la vida y de lo que no tengo pruebas no hablo, no repito lo que el otro haya querido endilgarle a los demás por resentimiento o intereses mal sanos.
Todo lo que se ha dicho lo he estado siguiendo y en ocasiones hasta me he divertido con las injurias y la falta de honestidad de falsos amigos a quienes sigo respetando y teniendo en su justo lugar.
Siempre he tenido el cuidado de lanzar piedras a las ventanas de cristal de los demás por temor que a las mías de maderas me las destruyan mis propias in conductas.
Me defino a mi mismo como un ser humano, que ha necesitado de la solidaridad de amigos, de amigos buenos y nobles que siempre he tenido, que saben que soy un ser humano lleno de imperfecciones, pero que mis imperfecciones no dañan a nadie.
Nunca he almorzado con amigos al medio día, para luego en horas de la tarde al despedirme enterrarle la daga de la traición.
Artículo enviado a Ecos del Sur
Yo era muy dado a contestar a pan fleteros, a simuladores, a lobos disfrazados de ovejas, a falsos monjes y hasta personeros con doble moral.
Agradezco a un amigo, odontólogo que un día me llamó a su consultorio y me aconsejó que conserve mis energías para escribir sobre hechos nobles, sobre situaciones que realmente interesen a las mayorías.
Le presté atención y mis peleas se han reducido, pero en estos días he escuchado a supuestos amigos que hasta han cuestionado mi moral como periodista, algunos me han puesto ha figurar en nominas donde nunca he estado.
Algunos hasta epítetos me han colocado, como el de Aleximandro, ese mismo personaje me ha llamado arrodillado y cautivo de dos amistades que el perdió por ambivalente (traidor).
Yo estoy limpio de manchas y de conciencia porque personas reunidas al medio día por más que vociferen y escriban nunca podrán convencer a nadie de que es a media noche, siendo las doce del medio día.
Con estas palabras Ángel Augusto Suero, (Negro Suero), salió al frente a maledicencia que lanzaban personeros en su contra tras la muerte de Carlos Julio González, ¡hoy las hago mías!.
Nunca he creído que se sea honesto difundiendo un hecho real o ficticio y que por lo bajo se pida a amigos que vallan donde el afectado a pedir para el algún favor.
Con eso he tenido mucho cuidado toda la vida y de lo que no tengo pruebas no hablo, no repito lo que el otro haya querido endilgarle a los demás por resentimiento o intereses mal sanos.
Todo lo que se ha dicho lo he estado siguiendo y en ocasiones hasta me he divertido con las injurias y la falta de honestidad de falsos amigos a quienes sigo respetando y teniendo en su justo lugar.
Siempre he tenido el cuidado de lanzar piedras a las ventanas de cristal de los demás por temor que a las mías de maderas me las destruyan mis propias in conductas.
Me defino a mi mismo como un ser humano, que ha necesitado de la solidaridad de amigos, de amigos buenos y nobles que siempre he tenido, que saben que soy un ser humano lleno de imperfecciones, pero que mis imperfecciones no dañan a nadie.
Nunca he almorzado con amigos al medio día, para luego en horas de la tarde al despedirme enterrarle la daga de la traición.
He sido fiel a los amigos, y en la actualidad estoy disgustado con uno que me dijo que le habían dicho que yo hablaba de el, solo le pregunte si el lo había creído.
No he defendido posiciones de empresas, me han molestado posiciones de personas que he creído inteligente, pero su accionar lo ha delatado, como torpes, desconocedores de reglas que en cualquier lugar existen.
Nadie me puede hacer creer que es un buen cristiano si sus acciones están muy lejos de lo que su manual de conducta les enseña.
En ocasiones he querido explotar y contestar cosas, pero he estado muy apegado al consejo de otro amigo, abogado que me ha aconsejado que imite a las garzas que nunca se detienen a cazar moscas.