POR BIENVENIDO MÉNDEZ GALARZA
Los hijos y los familiares del doctor Noel Subervi fueron privilegiados por Dios al darle una longevidad que alcanzo los 93 años, duración que le permitió materializar el plan del señor en la tierra.
Con su muerte física el país y máxime el pueblo de Barahona pierde un gran paradigma en las acciones que emprendió entre las que sobresalen el derecho, el comercio y la política, esta ultima a través del Partido Revolucionario Dominicano, su partido de siempre.
Hoy en él se cumple la sentencia divina de que “polvo eres y en polvo te convertirás” , pero queda el recuerdo imperecedero de su memoria, los ejemplos que impuso con el buen vivir y la impronta que marco en su paso por este valle de lagrimas.
Don Noel Subervi ha muerto, pero su memoria vivirá, don Noel Subervi ha muerto, pero sus ideales permanecerán como ejemplo, don Noel Subervi ha muerto, pero Barahona lo recordara, don Noel Subervi ha muerto, pero la bandera que el sostuvo en sus manos yertas no caerá en el fango de la traición.
Este hombre por el que hoy doblan las campanas fue exitoso en su paso por la vida, y por mucho será referente valido cuando se hable del porvenir del pueblo, guía de familia, abogado correcto, comerciante ejemplar y político confiable.
El momento es de tristeza, de solidaridad y de dolor, de luto y más aun, de una lagrima por Noel porque estas son una expresión de sensibilidad que se justifican ante un hecho irremediable, como es la muerte de un ser querido.
Los hijos y los familiares del doctor Noel Subervi fueron privilegiados por Dios al darle una longevidad que alcanzo los 93 años, duración que le permitió materializar el plan del señor en la tierra.
Con su muerte física el país y máxime el pueblo de Barahona pierde un gran paradigma en las acciones que emprendió entre las que sobresalen el derecho, el comercio y la política, esta ultima a través del Partido Revolucionario Dominicano, su partido de siempre.
Hoy en él se cumple la sentencia divina de que “polvo eres y en polvo te convertirás” , pero queda el recuerdo imperecedero de su memoria, los ejemplos que impuso con el buen vivir y la impronta que marco en su paso por este valle de lagrimas.
Don Noel Subervi ha muerto, pero su memoria vivirá, don Noel Subervi ha muerto, pero sus ideales permanecerán como ejemplo, don Noel Subervi ha muerto, pero Barahona lo recordara, don Noel Subervi ha muerto, pero la bandera que el sostuvo en sus manos yertas no caerá en el fango de la traición.
Este hombre por el que hoy doblan las campanas fue exitoso en su paso por la vida, y por mucho será referente valido cuando se hable del porvenir del pueblo, guía de familia, abogado correcto, comerciante ejemplar y político confiable.
El momento es de tristeza, de solidaridad y de dolor, de luto y más aun, de una lagrima por Noel porque estas son una expresión de sensibilidad que se justifican ante un hecho irremediable, como es la muerte de un ser querido.
Incluso se llora ante la muerte de un enemigo como lo hizo Cesar en Alejandría cuando Teodotes se presento ante él con la cabeza de Pompeyo, y Alejandro sobre los restos de Darío que era su peor enemigo, y un bárbaro como Jerjes cuando mando a azotar las olas y se sublevo impotente ante el océano en cólera.
Hoy como señal de dolor y luto el pueblo de Barahona debe brotar lagrimas por Noel y encender una vela en cada esquina como muestra de solidaridad con su familia y despedida a su eterna partida hacia lo ignoto.