POR ÁGUEDA RAMÍREZ DE RODRÍGUEZ,
para Ecos del Sur.
A la edad de diez años se interesó en el arte, recibiendo lecciones de piano con las profesoras Pilila de Toyos y Quetica Quiñones, y más tarde en la Academia de Música, con el Profesor Delio Gautreaux.
Nace en el Batey Central del Ingenio Barahona, el 2 de octubre del 1937, hijo de Don Harold Adolphus Richardson y Doña Gavina Daría Lugo. Es padre de 7 hijos y 4 hijas producto de diferentes uniones. Bachiller, técnico en meteorología, contable y mecanógrafo constituyen su formación académica.
De 1959 a 1984 se desempeñó como Observador meteorológico. Más tarde tuvo a cargo las sucursales en esta ciudad de las empresas Proteínas Nacionales y Granja Mora, C. por A. En el Ingenio Barahona, de 1990 a 1997 se desempeñó como Listero y como Encargado de Revisión del Departamento de Listería.
En la ejecución de la guitarra se inició en 1967, de la mano de Don Ramón Coiscou. Más tarde forma el trío Amistad con Bienvenido de León Matos y con José Leroy. Al mencionado trío se unieron otros artistas como Alcedo Matos –Nabo-, Wilfredo De León, Julín Pérez Cuevas, Marino De León y Bolívar Ventura.
Cesar y su grupo acostumbraban llevar a los amigos serenatas, especialmente en navidad y el Día de las Madres. Cuenta César que en una ocasión una vecina le solicitó una serenata. Acompañado de Porfirio Jiménez –Joven-, Emilio Medina y otros, llevó la serenata. El padre de la joven, molesto, se presentó ante el grupo con un machete en sus manos y dijo: “Quiero saber cuál fue el que trajo la serenata, para arrancarle la cabeza”. La sangre no llegó al río, gracias a la intervención de uno de los hermanos de la joven.
Por su labor profesional y por su dedicación al arte, César ha recibido reconocimientos de la Secretaría de Estado de Agricultura, de la Academia de Música y del Consejo Nacional de Drogas.
Retirado en su hogar, César atribuye a “la apatía de los barahoneros la situación de atraso en la que hoy nos encontramos” y nos exhorta a demostrar más amor por nuestra región para que, aunando esfuerzos, puedan rescatarse los valores morales, a ve si así se inicia nuestro desarrollo.
A la edad de diez años se interesó en el arte, recibiendo lecciones de piano con las profesoras Pilila de Toyos y Quetica Quiñones, y más tarde en la Academia de Música, con el Profesor Delio Gautreaux.
Nace en el Batey Central del Ingenio Barahona, el 2 de octubre del 1937, hijo de Don Harold Adolphus Richardson y Doña Gavina Daría Lugo. Es padre de 7 hijos y 4 hijas producto de diferentes uniones. Bachiller, técnico en meteorología, contable y mecanógrafo constituyen su formación académica.
De 1959 a 1984 se desempeñó como Observador meteorológico. Más tarde tuvo a cargo las sucursales en esta ciudad de las empresas Proteínas Nacionales y Granja Mora, C. por A. En el Ingenio Barahona, de 1990 a 1997 se desempeñó como Listero y como Encargado de Revisión del Departamento de Listería.
En la ejecución de la guitarra se inició en 1967, de la mano de Don Ramón Coiscou. Más tarde forma el trío Amistad con Bienvenido de León Matos y con José Leroy. Al mencionado trío se unieron otros artistas como Alcedo Matos –Nabo-, Wilfredo De León, Julín Pérez Cuevas, Marino De León y Bolívar Ventura.
Cesar y su grupo acostumbraban llevar a los amigos serenatas, especialmente en navidad y el Día de las Madres. Cuenta César que en una ocasión una vecina le solicitó una serenata. Acompañado de Porfirio Jiménez –Joven-, Emilio Medina y otros, llevó la serenata. El padre de la joven, molesto, se presentó ante el grupo con un machete en sus manos y dijo: “Quiero saber cuál fue el que trajo la serenata, para arrancarle la cabeza”. La sangre no llegó al río, gracias a la intervención de uno de los hermanos de la joven.
Por su labor profesional y por su dedicación al arte, César ha recibido reconocimientos de la Secretaría de Estado de Agricultura, de la Academia de Música y del Consejo Nacional de Drogas.
Retirado en su hogar, César atribuye a “la apatía de los barahoneros la situación de atraso en la que hoy nos encontramos” y nos exhorta a demostrar más amor por nuestra región para que, aunando esfuerzos, puedan rescatarse los valores morales, a ve si así se inicia nuestro desarrollo.