POR FREDY PEREZ ESPINOSA
Para Ecos del Sur
Hay dos indicadores que son tomados como referencia para determinar el grado de avance de un país, estos son: el manejo de los desechos sólidos (basura) y la manera como está organizado el tránsito de vehículos. Respecto de esto último, el caos es evidente en RD y se requiere de muchos esfuerzos, recursos y sacrificios de parte de las autoridades, así como de un cambio en la conducta de la ciudadanía.
Con relación a la basura, quiero hacer acopio de una expresión de un ciudadano norteamericano, experto en seguridad turística, que recientemente dictara una magistral conferencia en el Hotel Costa Larimar de la ciudad de Barahona, en la República Dominicana, invitado por la Policía Turística (POLITUR). Este extraordinario expositor, de una vasta experiencia en el tema del desarrollo turístico en Latinoamérica y el mundo, se preguntaba por qué razón los dominicanos en vez de tener las calles llenas de basura no la tenemos sembradas flores, como ocurre en la ciudad de New York, ya que cuando él llega a cualquier pueblo de este País lo que más le llama la atención es la acumulación de basura por doquier.
Explicaba el conferencista, que un país con los niveles de basura que nosotros exhibimos, muestra un rostro al turista no muy agradable y que los mismos no sólo no vuelven más, sino que promueven entre sus compatriotas que acá no se puede venir por el peligro que representa ese problema.
Llego a la conclusión de que la basura no puede ser nuestra principal hoja de presentación ante nuestros visitantes. No sé si los que dirigen los gobiernos locales tienen una clara visión del hándicap que le damos los dominicanos, con este problema de la basura, a la competencia turística del área.
Pienso, que la tarea de tener un país limpio y organizado no es cosa fácil, pero peor es no estar consciente del problema y actuar como si nada pasara a nuestro alrededor. Con frecuencia las autoridades municipales le echan la culpa a la ciudadanía por la manera que ésta ensucia y la forma de cómo maneja la basura. Por su parte, las personas le cargan el dado a las autoridades, acusándoles de ineptas, corruptas y desorganizadas. Para muestra, un botón: El Distrito Nacional y el Gran Santo Domingo con el desorden en el vertedero de Duquesa. Otro ejemplo: La cantidad de basura que arropa a Santiago de los Caballeros.
Ante esta patente realidad, me pregunto: ¿Cómo vamos a resolver el problema de la recolección y disposición final de los desechos sólidos?
Me hago esta pregunta, porque damos la impresión, en los gobiernos locales, que no sabemos dónde estamos y hacia donde vamos, en lo concerniente al tema de la basura.
Considero que sería interesante que mecanismos de coordinación de los ayuntamientos como la Liga Municipal Dominicana y la Federación Dominicana de Municipios (FEDOMU), así como la Asociación de Municipios de la Región Enriquillo (ASOMURE), analicen y planifiquen cómo enfrentar este problema.
Se están produciendo pasos de avance en cuanto a la educación de la ciudadanía, a través de los medios de comunicación, por parte de la Liga Municipal Dominicana e instituciones privadas, sin embargo, se requiere que los ayuntamientos organicen una estrategia de recolección y disposición de la basura e inviertan los recursos en equipos y personal bien entrenado, para que las calles de los municipios del País tengan una mejor presentación.
En la actualidad, en muchos países la basura no es un problema, sino una fuente importante de ingresos, ya que la clasificación y el reciclaje son actividades de conversión de la basura en productos de uso cotidiano.
Apostemos a la buena intención de trabajo de nuestras autoridades municipales, lo mismo que a la colaboración y sensatez de la ciudadanía para que en un tiempo no muy lejano las calles de RD estén sembradas de flores y no de basura.
El autor es Licenciado en Educación de la UASD, M.A
Para contactos: elegidoprimero@hotmail.com