Pese a los extraordinarios esfuerzos que han realizado connotadas figuras del Partido Revolucionario Dominicano, en procura de unificar las facciones que representan Miguel Vargas Maldonado e Hipólito Mejía a la luz de hoy han sido en vano.
Los que creen y anhelan esa unidad saben que el tiempo en política y en otras cosas es el factor que lo determina todo. Llegar al año 2014 sin que se observe en el firmamento político de esa organización opositora la posibilidad de unificar el partido blanco sería catastrófico para sus aspiraciones en la contienda electoral presidencial del año 2016.
Por su lado, el Partido de la Liberación Dominicana, PLD navega solo en el atlántico dejando a su paso la estela política de su conveniencia y sin hacer mayores esfuerzos, ya que el principal partido de oposición se encuentra como un barco a la deriva sin rumbo y sin puerto seguro.
¿Que podría pasar en el partido de la estrella amarilla si el PRD continua dividido y sin fuerza electoral para las elecciones presidenciales del 2016?
Lo primero es que el PLD tendría asegurado 4 años más en el sodio presidencial; pero lo que acarrearía esa seguridad de 4 años más sería indescifrable en cuanto a las luchas internas por la candidatura presidencial del oficialista partido.
¿Aceleraría el equipo de estrategia política del presidente Danilo Medina su lucha por buscar la reelección a través de un referéndum?. Eso estaría por verse, ya que dependería de como se comportaría el resultado de las ejecuciones del actual gobierno que preside Danilo Medina y por simple lógica si el presidente Leonel Fernández, cambia el panorama electoral en cuanto a su posición en las preferencias de los electores.
Aunque en el PLD se ha desatado un campaña por la nominación presidencial fuera de tiempo y espacio para el año 2016; ellos saben lavar muy bien sus trapos sucios, saben que un eje fuera de su centro sería un fallo de impredecibles consecuencias tomando en cuenta que al final de este mandato de Danilo Medina tendrían como partido 12 años de gobierno de forma ininterrumpida, y eso es mucho en un país caribeño, por demás tercer mundista en el mundo de nuestros días.
El escenario político actual tiene sus turbulencias, no es tan fácil de descifrar, pero en la tesis planteada de la división del partido del extinto líder José Francisco Peña Gómez; el PLD comería con una sexta dama en el tablero político de la República Dominicana en el año 2016.
