POR EDWIN PARAISON
Para Ecos del Sur
“El estado de la migración en el mundo 2013: El bien estar de los migrantes y el desarrollo” es el título del último informe de la Organización Internacional de las Migraciones (OIM) sobre el fenómeno mundial de la movilidad humana.
Al respecto, se sabe que unos 214 millones equivalentes al 3,1% de la población mundial es la cifra de migrantes en el planeta. O sea que, de cada 33 personas en el mundo hay un migrante según datos oficiales de la organización.
El informe se resume en 5 grandes capítulos. El primero, coloca a los migrantes en el centro del debate. De ahí el interés en destacar sus experiencias de vida en los países de acogida. El segundo, concierne el bienestar humano en el marco del desarrollo vinculado a las migraciones. El tercero, pone en evidencia las nuevas amplitudes de la migración, particularmente, los movimientos entre países de niveles de ingresos altos.
En tanto, los dos últimos capítulos hacen observar, por un lado, el papel de la migración en el desarrollo humano resaltando que muchos migrantes no han logrado un bienestar satisfactorio. Por otro lado, se propone la elaboración de un barómetro mundial del bienestar de los migrantes para el 2015.
Cabe observar, la OIM, con las limitaciones visionarias de su oficina local, es el principal asesor del gobierno dominicano en materia migratoria. Entre otras, sus tareas son: “fomentar la comprensión de las cuestiones migratorias y velar por el respeto de la dignidad humana y el bienestar de los migrantes”.
No obstante, una intensa campaña de rechazo y de odio a los inmigrantes haitianos se intensifica día tras día en la República Dominicana sin que las voces autorizadas hayan asumido su rol para edificar la opinión pública respecto al uso indispensable de trabajadores haitianos en campos neurálgicos de la producción y la economía nacionales.
El informe referido arriba debería ser leído por los intelectuales que encabezan la cruzada anti haitiana para darse cuenta que su argumentación en contra de la migración haitiana está totalmente carente de asidero académico ante los principales ejes y corredores migratorias internacionales.
En este sentido, el informe señala un crecimiento de las migraciones entre países del Norte. Es decir, flujos de personas que salen de un país con ingresos altos a otro de las mismas condiciones, debido a factores específicos que explican en cada proceso dichos movimientos regionales. Tal es el caso del eje Norte-Norte. Los principales corredores van de Alemania a Estados Unidos, del Reino Unido a Australia y del Canadá, de la República de Corea como también del Reino Unido hacia los Estados Unidos.
En el Sur-Sur, los flujos van de Ucrania hacia la Federación Rusa recíprocamente. También del Bangladesh hacia el Bután y del Kazakstán hacia la Federación Rusia y Afganistán.
Mientras en el Sur-Norte, los más importantes movimientos son registrados de México hacia Estados Unidos, de Turquía hacia Alemania y desde China, Filipinas junto a la India hacia los Estados Unidos.
De los países del norte hacia el sur, hay una significativa circulación de migrantes desde los Estados Unidos con destino a México y África del Sur. Asimismo, desde Alemania hacia Turquía, de Portugal hacia Brasil y de Italia hacia Argentina.
Los movimientos migratorios en y desde la isla de Quisqueya no han sido descritos de manera particular en el informe. Pero, se estiman en alrededor de dos millones los dominicanos que viven fuera de su territorio. Cerca de 4 millones en el caso de los haitianos.
Además, los estudios realizados por los bancos Mundial (BM) e Interamericano de Desarrollo (BID) y otros organismos colocan a los dos países entre los principales destinos mundiales de remesas. Tomando en cuenta haitianos que remesan desde la República Dominicana y dominicanos que hacen lo mismo desde Haití.
Ahora bien, la República Dominicana, entre otros motivos, por haber incentivado la migración haitiana por décadas, primero en el corte de caña, por lo cual se autorizaba vía la Presidencia un permiso especial para sobrepasar el 80/20 de la ley laboral y luego de manera intensa en las obras de construcción, es hoy día uno de los mayores receptores de inmigrantes en la zona.
Es una realidad que plantea una serie de desafíos en base a una visión moderna de la migración. Desde su curul de miembro de la OIM, lo más urgente para la República Dominicana es superar las contradicciones actuales, para una armonización entre sus compromisos e intereses internacionales, con el tratamiento del tema migratorio haitiano.
Para Ecos del Sur
“El estado de la migración en el mundo 2013: El bien estar de los migrantes y el desarrollo” es el título del último informe de la Organización Internacional de las Migraciones (OIM) sobre el fenómeno mundial de la movilidad humana.
Al respecto, se sabe que unos 214 millones equivalentes al 3,1% de la población mundial es la cifra de migrantes en el planeta. O sea que, de cada 33 personas en el mundo hay un migrante según datos oficiales de la organización.
El informe se resume en 5 grandes capítulos. El primero, coloca a los migrantes en el centro del debate. De ahí el interés en destacar sus experiencias de vida en los países de acogida. El segundo, concierne el bienestar humano en el marco del desarrollo vinculado a las migraciones. El tercero, pone en evidencia las nuevas amplitudes de la migración, particularmente, los movimientos entre países de niveles de ingresos altos.
En tanto, los dos últimos capítulos hacen observar, por un lado, el papel de la migración en el desarrollo humano resaltando que muchos migrantes no han logrado un bienestar satisfactorio. Por otro lado, se propone la elaboración de un barómetro mundial del bienestar de los migrantes para el 2015.
Cabe observar, la OIM, con las limitaciones visionarias de su oficina local, es el principal asesor del gobierno dominicano en materia migratoria. Entre otras, sus tareas son: “fomentar la comprensión de las cuestiones migratorias y velar por el respeto de la dignidad humana y el bienestar de los migrantes”.
No obstante, una intensa campaña de rechazo y de odio a los inmigrantes haitianos se intensifica día tras día en la República Dominicana sin que las voces autorizadas hayan asumido su rol para edificar la opinión pública respecto al uso indispensable de trabajadores haitianos en campos neurálgicos de la producción y la economía nacionales.
El informe referido arriba debería ser leído por los intelectuales que encabezan la cruzada anti haitiana para darse cuenta que su argumentación en contra de la migración haitiana está totalmente carente de asidero académico ante los principales ejes y corredores migratorias internacionales.
En este sentido, el informe señala un crecimiento de las migraciones entre países del Norte. Es decir, flujos de personas que salen de un país con ingresos altos a otro de las mismas condiciones, debido a factores específicos que explican en cada proceso dichos movimientos regionales. Tal es el caso del eje Norte-Norte. Los principales corredores van de Alemania a Estados Unidos, del Reino Unido a Australia y del Canadá, de la República de Corea como también del Reino Unido hacia los Estados Unidos.
En el Sur-Sur, los flujos van de Ucrania hacia la Federación Rusa recíprocamente. También del Bangladesh hacia el Bután y del Kazakstán hacia la Federación Rusia y Afganistán.
Mientras en el Sur-Norte, los más importantes movimientos son registrados de México hacia Estados Unidos, de Turquía hacia Alemania y desde China, Filipinas junto a la India hacia los Estados Unidos.
De los países del norte hacia el sur, hay una significativa circulación de migrantes desde los Estados Unidos con destino a México y África del Sur. Asimismo, desde Alemania hacia Turquía, de Portugal hacia Brasil y de Italia hacia Argentina.
Los movimientos migratorios en y desde la isla de Quisqueya no han sido descritos de manera particular en el informe. Pero, se estiman en alrededor de dos millones los dominicanos que viven fuera de su territorio. Cerca de 4 millones en el caso de los haitianos.
Además, los estudios realizados por los bancos Mundial (BM) e Interamericano de Desarrollo (BID) y otros organismos colocan a los dos países entre los principales destinos mundiales de remesas. Tomando en cuenta haitianos que remesan desde la República Dominicana y dominicanos que hacen lo mismo desde Haití.
Ahora bien, la República Dominicana, entre otros motivos, por haber incentivado la migración haitiana por décadas, primero en el corte de caña, por lo cual se autorizaba vía la Presidencia un permiso especial para sobrepasar el 80/20 de la ley laboral y luego de manera intensa en las obras de construcción, es hoy día uno de los mayores receptores de inmigrantes en la zona.
Es una realidad que plantea una serie de desafíos en base a una visión moderna de la migración. Desde su curul de miembro de la OIM, lo más urgente para la República Dominicana es superar las contradicciones actuales, para una armonización entre sus compromisos e intereses internacionales, con el tratamiento del tema migratorio haitiano.