POR ÁGUEDA RAMÍREZ DE RODRÍGUEZ
Para Ecos del Sur.
Nace en esta ciudad de Barahona el 7 de noviembre de 1940, hijo de Don Jacinto Pérez y de Doña María de Jesús Adames. De niño, Andrés fue aficionado al béisbol, deporte que practicó en la posición Center Field. Su estilo de jugar le ganó el mote de “Mikey Mantle”.
Con una escolaridad que alcanza el tercer grado de la educación primaria, acosado por carencias económicas y aconsejado por su madre en el sentido de aprender un oficio, Andrés se inicia como Ayudante de Albañil en 1957. Anteriormente, a la edad de 14 años, había servido como Mensajero del hotel Oriental en esta ciudad de Barahona con sueldo de R D $1.50 por mes y en oficios domésticos en una casa familiar en la ciudad Capital, donde aprendió a cocinar.
El oficio de Flotador que desempeña desde 1958 lo lleva a participar activamente en la construcción de importantes edificaciones públicas, así como casas familiares y comerciales, tanto en esta ciudad de Barahona como en otras regiones del país y en la ciudad Capital, entre las cuales podemos mencionar: Liceos Dr. Federico Henríquez y Carvajal, en sociedad con el Maestro Silá; treinta (30) de las casas del barrio Las Flores; colocación de la cerámica del Comedor Económico; residencias de Don Nabij Khoury y de Don Pablo Toral; Hotel Riviera (hoy Costa Larimar) en un 60%; los dos primeros niveles del edificio que aloja el centro comercial Shadday y el hospital Jaime Sánchez, única obra en Barahona preparada con una estructura antisísmica, con 2 metros de zapata y en blocs de 12 pulgadas.
Convencido de que sólo a través de las organizaciones los trabajadores pueden reivindicar sus derechos frente a instituciones públicas y privadas, en 1967 ingresa al Sindicato de Albañiles. Este sindicato, asimilando a los sindicatos de Carpinteros, Electricistas y Plomeros, evolucionó en Sindicato Unido de la Construcción. En esta organización llegó a ocupar el cargo de Secretario General durante 10 años consecutivos, sin haber perdido una elección y en la misma se destacó por sus dotes de orador que supo despertar grandes emociones en los distintos auditorios donde se presentaba.
En el año 1967, este sindicato promovió una huelga que logró paralizar la industria de la construcción en la región. Los efectos positivos de esta acción fue el nombramiento de trabajadores de la construcción como Inspectores en la Secretaría de Estado de Trabajo y en el Instituto Dominicano de Seguros Sociales, aunque la promesa de la construcción de un barrio para los obreros de la construcción no fue cumplida.
Nace en esta ciudad de Barahona el 7 de noviembre de 1940, hijo de Don Jacinto Pérez y de Doña María de Jesús Adames. De niño, Andrés fue aficionado al béisbol, deporte que practicó en la posición Center Field. Su estilo de jugar le ganó el mote de “Mikey Mantle”.
Con una escolaridad que alcanza el tercer grado de la educación primaria, acosado por carencias económicas y aconsejado por su madre en el sentido de aprender un oficio, Andrés se inicia como Ayudante de Albañil en 1957. Anteriormente, a la edad de 14 años, había servido como Mensajero del hotel Oriental en esta ciudad de Barahona con sueldo de R D $1.50 por mes y en oficios domésticos en una casa familiar en la ciudad Capital, donde aprendió a cocinar.
El oficio de Flotador que desempeña desde 1958 lo lleva a participar activamente en la construcción de importantes edificaciones públicas, así como casas familiares y comerciales, tanto en esta ciudad de Barahona como en otras regiones del país y en la ciudad Capital, entre las cuales podemos mencionar: Liceos Dr. Federico Henríquez y Carvajal, en sociedad con el Maestro Silá; treinta (30) de las casas del barrio Las Flores; colocación de la cerámica del Comedor Económico; residencias de Don Nabij Khoury y de Don Pablo Toral; Hotel Riviera (hoy Costa Larimar) en un 60%; los dos primeros niveles del edificio que aloja el centro comercial Shadday y el hospital Jaime Sánchez, única obra en Barahona preparada con una estructura antisísmica, con 2 metros de zapata y en blocs de 12 pulgadas.
Convencido de que sólo a través de las organizaciones los trabajadores pueden reivindicar sus derechos frente a instituciones públicas y privadas, en 1967 ingresa al Sindicato de Albañiles. Este sindicato, asimilando a los sindicatos de Carpinteros, Electricistas y Plomeros, evolucionó en Sindicato Unido de la Construcción. En esta organización llegó a ocupar el cargo de Secretario General durante 10 años consecutivos, sin haber perdido una elección y en la misma se destacó por sus dotes de orador que supo despertar grandes emociones en los distintos auditorios donde se presentaba.
En el año 1967, este sindicato promovió una huelga que logró paralizar la industria de la construcción en la región. Los efectos positivos de esta acción fue el nombramiento de trabajadores de la construcción como Inspectores en la Secretaría de Estado de Trabajo y en el Instituto Dominicano de Seguros Sociales, aunque la promesa de la construcción de un barrio para los obreros de la construcción no fue cumplida.
Por su labor en defensa de los trabajadores de la construcción, Andrés ha sido objeto de reconocimientos por parte del Sindicato Unido de la Construcción y de clubes de servicios y, fundador en el año 2007 de la Asociación de Maestros Constructores de Barahona, fue su Presidente hasta el 2010.