POR FELIX BETANCES
Para ECOS DEL SUR.
Como es sabido por muchos, no por todos lógicamente, el término “morbo”, sencillamente lo que quiere decir es enfermedad, usado en un contexto genérico, de ahí se colige que puede ser aplicado a cualquier tipo de afección de la salud.
Un país morboso o enfermo, es aquel que a través de los siglos, ha sido gobernado por personas desgraciadas, sin el menor sentimiento patriótico ni humano; personas que solo se han encargado de usufructuar los bienes del Estado sin ningún pudor, llevándose así para sus bolsillos, las esperanzas de progreso, de educación, de desarrollo económico de todo un pueblo que los ha visto y los ve pasar indetenibles, hacia un horizonte diabólico y sin fin.
Es aquel, que hace cerca de 170 años debió tomar una decisión y establecer Reglas claras en cuanto a su soberanía, pero que quienes lo han gobernado a través de la historia, hicieron todo lo contrario, permitiendo la vagabundería y aprovechándose de sus posiciones, para enriquecerse a costa de un gran mal, que hoy por hoy afecta su presente y su futuro y lo peor de todo es, que lo que no se hizo correctamente en el tiempo en que debió hacerse, hoy vemos como un apellido, quiere imponerlo a través de una muy mal inducida medida de un llamado Tribunal Constitucional que no es más que la Jauría de un Amo.
Es probable que la gran mayoría de los auténticos dominicanos seguidores aferrados del pensamiento de Duarte, estemos de acuerdo en que hay una situación que por necesidad hay que resolver, pero hay algo en lo que no podemos estarlo y es la majadería y la forma tan barata y burlona en que se ha querido presentar al pueblo la necesaria solución. Tanto es así, que los estragos que esto ha causado al País en su figura internacional, ha quedado evidenciado, están provocando un daño a posteriori de grandes consecuencias.
Un País enfermo; es aquel que después de una desgracia económica manejada por sus gobernantes, a los cuales dicho sea de paso, aun existiendo decenas de expedientes cuestionables, nadie se atreve ni siquiera a pensar en que puedan ser llamados ni para investigación a los tribunales, porque como dijo alguien una vez: “se blindaron”.
Es un país en que entre otras cosas, alguna vez se compraron 700 millones de pesos en libros que no pudieron ser presentados a los estudiantes, convirtiéndose esto en una gran avergüenza.
Lo es también, un país gobernado por un hombre que según El lo ha manifestado, se preparó para gobernar, pero que no ha podido quitarle al pueblo, el yugo de funcionarios impuestos que no han sido para él, más que una mordaza; algunos de los cuales hoy se postulan como aspirantes a dirigir la primera magistratura del Estado, sin ningún reparo, como tomando al pueblo de soquete, de idiota, actuando sin ninguna ética, como haciéndose los locos, pero sabiendo que su deber es renunciar a las posiciones que ostentan.
En un país como el que se describe, ¿Cuál será el temor de un Presidente, que le impide destituir a esos…incontrolables?
Un país morboso o enfermo, es aquel que a través de los siglos, ha sido gobernado por personas desgraciadas, sin el menor sentimiento patriótico ni humano; personas que solo se han encargado de usufructuar los bienes del Estado sin ningún pudor, llevándose así para sus bolsillos, las esperanzas de progreso, de educación, de desarrollo económico de todo un pueblo que los ha visto y los ve pasar indetenibles, hacia un horizonte diabólico y sin fin.
Es aquel, que hace cerca de 170 años debió tomar una decisión y establecer Reglas claras en cuanto a su soberanía, pero que quienes lo han gobernado a través de la historia, hicieron todo lo contrario, permitiendo la vagabundería y aprovechándose de sus posiciones, para enriquecerse a costa de un gran mal, que hoy por hoy afecta su presente y su futuro y lo peor de todo es, que lo que no se hizo correctamente en el tiempo en que debió hacerse, hoy vemos como un apellido, quiere imponerlo a través de una muy mal inducida medida de un llamado Tribunal Constitucional que no es más que la Jauría de un Amo.
Es probable que la gran mayoría de los auténticos dominicanos seguidores aferrados del pensamiento de Duarte, estemos de acuerdo en que hay una situación que por necesidad hay que resolver, pero hay algo en lo que no podemos estarlo y es la majadería y la forma tan barata y burlona en que se ha querido presentar al pueblo la necesaria solución. Tanto es así, que los estragos que esto ha causado al País en su figura internacional, ha quedado evidenciado, están provocando un daño a posteriori de grandes consecuencias.
Un País enfermo; es aquel que después de una desgracia económica manejada por sus gobernantes, a los cuales dicho sea de paso, aun existiendo decenas de expedientes cuestionables, nadie se atreve ni siquiera a pensar en que puedan ser llamados ni para investigación a los tribunales, porque como dijo alguien una vez: “se blindaron”.
Es un país en que entre otras cosas, alguna vez se compraron 700 millones de pesos en libros que no pudieron ser presentados a los estudiantes, convirtiéndose esto en una gran avergüenza.
Lo es también, un país gobernado por un hombre que según El lo ha manifestado, se preparó para gobernar, pero que no ha podido quitarle al pueblo, el yugo de funcionarios impuestos que no han sido para él, más que una mordaza; algunos de los cuales hoy se postulan como aspirantes a dirigir la primera magistratura del Estado, sin ningún reparo, como tomando al pueblo de soquete, de idiota, actuando sin ninguna ética, como haciéndose los locos, pero sabiendo que su deber es renunciar a las posiciones que ostentan.
En un país como el que se describe, ¿Cuál será el temor de un Presidente, que le impide destituir a esos…incontrolables?
