Marcelino del Rosario es un recolector de desechos sólidos en el cabildo y devenga un sueldo de 3 mil 500 pesos de lo que no se ajusta ni siquiera al salario mínimo establecido por la ley y es quien busca el sustento de su familia, lo que en varias ocasiones han prometido aumentarles a 7 mil pesos pero solo han sido palabras que se las lleva el viento.
Rosario lloró por la impotencia ya que asegura pasar hambre al igual que su familia y puntualiza que aunque es poco dinero el que recibe hace compromisos con ellos.
El ayuntamiento es vista como una organización sumergida en el caos y la mala administración, calificada así por algunos regidores que han denunciado múltiples violaciones a reglamentos establecidos en la ley municipal.
Rosario lloró por la impotencia ya que asegura pasar hambre al igual que su familia y puntualiza que aunque es poco dinero el que recibe hace compromisos con ellos.
El ayuntamiento es vista como una organización sumergida en el caos y la mala administración, calificada así por algunos regidores que han denunciado múltiples violaciones a reglamentos establecidos en la ley municipal.