POR BIENVENIDO MENDEZ GALARZA.
Para ECOS DEL SUR.
Hace varias décadas dos ciudadanos que hicieron de nuestro pueblo el de ellos protagonizaron un incidente que en la actualidad es recordado y causa gran hilaridad.
Uno de ellos era nativo de Barahona y creó una familia que tiene presencia en este pueblo y con sus actividades técnicas gravitan en el diario vivir de la comunidad, su nombre es Don Antonio Roque.
Y el otro fue un hombre nativo del Líbano que gravito en la economía local por muchos años en variados negocios y tuvo una abundante familia que aunque no están en el pueblo sus vínculos se mantienen, su nombre es Don Melche Hesny.
Antonio era un hombre moreno, de contextura física fuerte, alto, y evidentemente dominaba el arte del boxeo y casi nadie lo desafiaba en las carteleras improvisadas que se montaban en el pueblo.
Melche era un hombre alto, blanco, valeroso, y más o menos oscilaban entre edades similares, el fin es, que les toco enfrentarse con las manos enguantadas en un combate que se mantiene vigente a casi 50 años de haber ocurrido.
Para ECOS DEL SUR.
Hace varias décadas dos ciudadanos que hicieron de nuestro pueblo el de ellos protagonizaron un incidente que en la actualidad es recordado y causa gran hilaridad.
Uno de ellos era nativo de Barahona y creó una familia que tiene presencia en este pueblo y con sus actividades técnicas gravitan en el diario vivir de la comunidad, su nombre es Don Antonio Roque.
Y el otro fue un hombre nativo del Líbano que gravito en la economía local por muchos años en variados negocios y tuvo una abundante familia que aunque no están en el pueblo sus vínculos se mantienen, su nombre es Don Melche Hesny.
Antonio era un hombre moreno, de contextura física fuerte, alto, y evidentemente dominaba el arte del boxeo y casi nadie lo desafiaba en las carteleras improvisadas que se montaban en el pueblo.
Melche era un hombre alto, blanco, valeroso, y más o menos oscilaban entre edades similares, el fin es, que les toco enfrentarse con las manos enguantadas en un combate que se mantiene vigente a casi 50 años de haber ocurrido.
Esa pelea de boxeo fue ganada fácilmente por Antonio Roque por las ventajas que tenía en el deporte de las narices chatas, y por la calidad del oponente que provenía de una tierra sin tradición en ese deporte que solo tuvo el coraje propio de hombres valientes y sin miedo.
Es en ese momento que Melche inmortaliza la pelea cuando las gentes en las calles y lugares públicos les decían que Antonio Roque le había dado una pela de trompadas él les contestaba de la manera siguiente: “Antonio da más golpes a mí, pero yo tener más cuadre y estilo que él”....Que gran consuelo.