POR FELIX BETANCES.
Para ECOS DEL SUR
Los mejicanos cuando ven a alguien vestido de color amarillo, acostumbran a decir que:”El que de amarillo se viste, a su belleza se atiene o de sin vergüenza se pasa”.
Quizás sea para ellos, del Arcoíris, el color más difícil de acoger en sus gustos o asunto de simple percepción visual; pero, dejemos a los mejicanos con sus cosas, que razones tendrán.
Es por todos o por casi todos, conocido el caso o la situación de Loma Miranda en Bonao, donde se ha venido librando una tenaz lucha por conseguir sea declarada Parque Nacional o Reserva Nacional, a fin de preservar los recursos naturales que allí existen, pero lo más importante, preservar lo que es el principal pulmón de la República Dominicana.
En esa área, nacen los principales ríos de la Región del Cibao Central y funge como una importante reserva ecológica y con una gran biodiversidad, tal y como lo han señalado en varias ocasiones, los especialistas en la materia que han estudiado y afrontado con sus conocimientos científicos la verdadera realidad que allí existe.
El pueblo dominicano ha venido escenificando encarnizadas luchas, tratando de evitar que un grupo de malos dominicanos, logren autorizar la destrucción de ese patrimonio nacional, pero todo parece indicar que se impondrá “El Diablo.”
Todos sabemos lo que significa “El Diablo”, para un pueblo que reclama sus derechos con todas las de la ley y tener que aceptar de repente el parecer de una minoría que impone sus caprichos, no por convicción propia, sino en la mayoría de los casos, por los beneficios pecuniarios que para muchos, eso significa. Es quizás por eso que a veces escuchamos a quienes sin ningún rubor dicen: “El Diablo es malo, pero tiene sus cosas buenas”.
En nuestro caso, la Cámara de Diputados de la República Dominicana aprobó el proyecto de ley que declara como “Parque Nacional” a Loma Miranda, con una matrícula de más de un centenar de votos, sin embargo, dicho proyecto hoy se ve amenazado de ser enterrado, por un pequeño grupo de unas treinta personas o sea los Senadores, quienes tienen el poder en sus manos.
Vale decir que 30 personas, lamentablemente, tienen en su poder los destinos y hasta la posible condena de todo un pueblo de varios millones de habitantes.
Ojalá y que los Senadores de la República, si es que aun están solteros, se casen con La Gloria, aprobando de una vez por todas el tan vital proyecto de ley, que declare a Loma Miranda como “Parque Nacional”.
Señores Senadores, ahí está Loma Miranda vestida de amarillo, ¿Cómo la definirían ustedes?. Y ¿quién se impondrá, Dios o el….?.
Quizás sea para ellos, del Arcoíris, el color más difícil de acoger en sus gustos o asunto de simple percepción visual; pero, dejemos a los mejicanos con sus cosas, que razones tendrán.
Es por todos o por casi todos, conocido el caso o la situación de Loma Miranda en Bonao, donde se ha venido librando una tenaz lucha por conseguir sea declarada Parque Nacional o Reserva Nacional, a fin de preservar los recursos naturales que allí existen, pero lo más importante, preservar lo que es el principal pulmón de la República Dominicana.
En esa área, nacen los principales ríos de la Región del Cibao Central y funge como una importante reserva ecológica y con una gran biodiversidad, tal y como lo han señalado en varias ocasiones, los especialistas en la materia que han estudiado y afrontado con sus conocimientos científicos la verdadera realidad que allí existe.
El pueblo dominicano ha venido escenificando encarnizadas luchas, tratando de evitar que un grupo de malos dominicanos, logren autorizar la destrucción de ese patrimonio nacional, pero todo parece indicar que se impondrá “El Diablo.”
Todos sabemos lo que significa “El Diablo”, para un pueblo que reclama sus derechos con todas las de la ley y tener que aceptar de repente el parecer de una minoría que impone sus caprichos, no por convicción propia, sino en la mayoría de los casos, por los beneficios pecuniarios que para muchos, eso significa. Es quizás por eso que a veces escuchamos a quienes sin ningún rubor dicen: “El Diablo es malo, pero tiene sus cosas buenas”.
En nuestro caso, la Cámara de Diputados de la República Dominicana aprobó el proyecto de ley que declara como “Parque Nacional” a Loma Miranda, con una matrícula de más de un centenar de votos, sin embargo, dicho proyecto hoy se ve amenazado de ser enterrado, por un pequeño grupo de unas treinta personas o sea los Senadores, quienes tienen el poder en sus manos.
Vale decir que 30 personas, lamentablemente, tienen en su poder los destinos y hasta la posible condena de todo un pueblo de varios millones de habitantes.
Ojalá y que los Senadores de la República, si es que aun están solteros, se casen con La Gloria, aprobando de una vez por todas el tan vital proyecto de ley, que declare a Loma Miranda como “Parque Nacional”.
Señores Senadores, ahí está Loma Miranda vestida de amarillo, ¿Cómo la definirían ustedes?. Y ¿quién se impondrá, Dios o el….?.