POR JOSE CORNIELL
Artículo enviado a ECOS DEL SUR.
El presidente de la República, licenciado Danilo Medina Sánchez, haciendo honor a su eslogan de campaña, ha hecho lo que nunca había hecho.
Artículo enviado a ECOS DEL SUR.
El presidente de la República, licenciado Danilo Medina Sánchez, haciendo honor a su eslogan de campaña, ha hecho lo que nunca había hecho.
El pasado miércoles, primero de enero, justamente iniciando el nuevo año, brindó un regalito en bandeja de plata a los dominicanos y dominicanas, para iniciar el 2014 lleno, no de sorpresa, si no de lo que ya se esperaba tras la mal llamada reforma fiscal llevada a cabo por su gobierno el pasado año.
Y es que el pasado Miércoles entró en vigencia el incremento de un 8 a un 11% del Impuesto sobre la Transferencia de Bienes Industrializados y Servicios (Itbis) para varios productos de la canasta familiar y que son de consumo masivo por su importancia en la dieta diaria.
Desde el miércoles primero de enero, productos como el café, el azúcar, el chocolate, yogurt, aceite, mantequilla, entre otros tantos, registran nuevos precios como consecuencia directa de lo que en el país se ha dado a llamar “Reforma Fiscal”, que no es más que un aumento de los gravámenes.
En aquella ocasión nos resultó gracioso escuchar a osados funcionarios del gobierno decir al país que el incremento que se registraría a partir de enero en los impuestos no afectaría a los consumidores y que por lo tanto, no había por qué preocuparse.
Aunque en esa oportunidad sabíamos que no era así, y que lo que pretendían esos “magos” de la política criolla con esas afirmaciones, porque hasta ellos mismos sabían que no podía ser así, era calmar los ánimos exacerbados de la población por la medida, a todas luces impopular, nos limitamos a decir que el tiempo se encargaría de poner las cosas en su justo lugar y que enero llegaría, aunque para la fecha se vía un poco lejano.
Ha llegado enero y con él su desgracia. Más carga impositiva para un pueblo que está hasta los tuétanos de impuestos, que no aguanta más un solo aumento de precio, que a su cinturón no le caben más hoyos para seguir apretando, y de intentarlo, moriría asfixiado.
Este nuevo aumento de precios en productos de primer orden en la canasta familiar, sumado a los constantes aumentos de los combustibles, la energía eléctrica y las medicinas, no debe dejarse pasar por alto como si nada sucediera. Hay que reaccionar, despertar del largo letargo y anquilosamiento en que nos encontramos, para decirle al presidente Medina que no estamos de acuerdo con estos aumentos, por resultar lesivos a los mejores intereses de las grandes mayorías.
Definitivamente, con decisiones como esta, el mandatario está haciendo lo que nunca se ha hecho, Inaugurar un nuevo año con un fuetazo al pueblo por la costilla, dejándolo en muy mal estado económico.
Así no señor presidente, el pueblo dominicano lo eligió para que administre sus bienes, no para que lo maltrate y lo asfixie económicamente.