PEDERNALES. La alta tasa de dengue que afecta a la población infantil de esta ciudad y el desabastecimiento de medicamentos y reactivos para realizar las pruebas de laboratorios en el hospital público ponen en peligro la vida de miles de infantes y de parturientas, denunciaron pobladores de esa demarcación.
Afirmaron que a diario llega un niño afectado de dengue al hospital Doctor Elio Fiallo, hecho que atribuyen a una gran fuga de agua del acueducto. La mayoría deben ser referidos a centros de salud de Barahona, debido a que el hospital carece hasta de una aspirina para bajar la fiebre de los afectados.
La semana pasada llegaron al hospital 6 personas con dengue, una cifra considerada alta para una población de apenas 21,000 habitantes.
Pero lo más grave es que el centro de salud carece de los reactivos para hacer la tipificación de la sangre a los enfermos. “Uno no encuentra un en el hospital de Pedernales un diazepam para tratar convulsión”, expresó uno de los denunciantes, que pidió reserva de su nombre.
Indicó que los pobladores han reportado la fuga de agua a las autoridades provinciales del Instituto Nacional de Aguas Potables y Alcantarillados (Inapa), pero han hecho caso omiso. También, al representante de Salud Pública, Francisco Medrano y al síndico Minguito Féliz.
“Nadie hace nada para resolver este problema que llena de mosquitos a una población indefensa”, significó. “Aquí las autoridades sólo trabajan para satisfacer sus apetencias personales, mientras la población languidece en la pobreza y la ausencia de los servicios básicos”.
La semana pasada llegaron al hospital 6 personas con dengue, una cifra considerada alta para una población de apenas 21,000 habitantes.
Pero lo más grave es que el centro de salud carece de los reactivos para hacer la tipificación de la sangre a los enfermos. “Uno no encuentra un en el hospital de Pedernales un diazepam para tratar convulsión”, expresó uno de los denunciantes, que pidió reserva de su nombre.
Indicó que los pobladores han reportado la fuga de agua a las autoridades provinciales del Instituto Nacional de Aguas Potables y Alcantarillados (Inapa), pero han hecho caso omiso. También, al representante de Salud Pública, Francisco Medrano y al síndico Minguito Féliz.
“Nadie hace nada para resolver este problema que llena de mosquitos a una población indefensa”, significó. “Aquí las autoridades sólo trabajan para satisfacer sus apetencias personales, mientras la población languidece en la pobreza y la ausencia de los servicios básicos”.
Indica que en horas de la noche, cuando las farmacias están cerradas y los familiares no pueden comprar las medicinas, a los médicos no les queda otra alternativa que referir a los pacientes a otros hospitales, quienes corren el peligro de morir en el camino.
El hospital Elio Fiallo tiene 3 médicos internos, 3 ginecólogos, un anestesiólogo, un pediatras, 11 médicos generales, 31 enfermeras y 3 laboratoristas, quienes están con las manos atadas por la falta de medicamentos.