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lunes, 24 de marzo de 2014

OPINION: Oscar Arnulfo Romero a 34 años

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POR JOSE ANTONIO MATOS PEÑA.
Para ECOS DEL SUR.

En  San Salvador, capital del  diminuto pero real estado de el Salvador, se escenificó un crimen brutal contra el obispo de aquella nación, en plena acción de la celebración de la misa, en la cual, el eminente religioso denunciaba las atroces acciones gubernamentales contra la integridad física de los ciudadanos y a favor del totalitarismo que tantas victimas ha costado a la población mundial.

Caído de manos de la clase opresora y ostentadora de los dineros del pueblo, y el brazo militar-criminal encabezado por el coronel Roberto DÁbusson, fue muerto el cura del pueblo, que enfrentó con sus denuncias, el oprobio y el crimen a que estaba sometido aquel indefenso pueblo, sin que antes de su asesinato en plena homilía, haya tenido que asistir  a entierros de diferentes tipos de ciudadanos muertos por aquella maquinaria maldita, entre las que figuraron como victimas, desde monjas y demás religiosos ejecutados en pleno oficio religioso y también en los funerales de su asistente de eucaristías, sacerdote Rutilio Grande.

Suficientes  ejemplos han vivido nuestros pueblos bajo el yugo opresor de la anti democracia, para que aquilatemos cada vez más nuestros niveles de democracia, que deben ser alimentados por el combate  de la corrupción, que es parte misma de la libertad, habidas cuentas de que al que lo timan, le están cercenando sus derechos , el salvador acaba de tener un proceso eleccionario en el que salió triunfante el FMLN, Frente Farabundo Marti para la Liberación Nacional, después de largos años de oposición y la derrota, para el representante del amargo pasado, la ARENA,  Alianza Republicana Nacionalista, ojalà que los ganadores sepan afianzar su proceso democrático y poner un nunca jamás a la dictadura, muerte y corrupción.

Por nuestro lado, República Dominicana recuerda el 44 aniversario del secuestro del coronel Norteamericano, asistente aéreo de la embajada, Donald Joseph Crowuley, año 1970, secuestrado por hombres armados y vestidos de militares, en procura del canje por  muchos prisioneros políticos ubicados en diferentes cárceles del país.

Republica Dominicana vivía momentos dramáticos en ese tiempo, y esos momentos eran de los más cruentos, en que la muerte, por bandas de delincuentes oficiales, mataban sin ton ni son en todos los estratos sociales, el exilio con abundantes ciudadanos, que deportados por el jefe de los dolorosos 12 años de Balaguer, deambulaban por el mundo, llegando a  alcanzarlos en múltiples ocasiones, la mano criolla criminal, las cárceles dominicanas, plagadas de insignes ciudadanos, confinados en ellas, tan solo por sus ideas, otros, como Amin Abel, Otto Morales y demás mártires encontraron la muerte en las calles y hasta en su residencia misma, siendo espectada por su esposa embarazada e hijos.

El comando de cinco hombres que realizó la acción, a las diez y treinta de esa mañana, se llamaba Comando Unificado Antirreeleccionista de Militares y Civiles para Exigir la Libertad de Maximiliano Gómez, alias El Moreno, Alexis Ramírez o ` Roberto Matos Vallejo, Robertico, primo nuestro, Ángel Darío Alcántara, Clodomiro Gauteraux, Daniel Valdez Vizcaíno, Efraín Sánchez Soriano, Frank Miguel castillo, Héctor Dumaniel, Hugo Alfonso Hernández Alvarado, José Gil Torres, José Ignacio Marte Polanco, Juan Pablo Gómez, Luis Emilio Arias, Luis Larancuent Morris, Manolo Plata, Manuel Antonio de los Santos, Marcos Antonio Santana, Miguel Reyes Santana, Rafael Villa Cartagena, Ricardo Martínez y Wilson Franklin Vargas Valdez.

Son más los nombres que se barajaron en el momento de la exigencia, la mayoría, integrantes del Movimiento Popular Dominicano y recuerdo que se logró la libertad de 22 de ellos. Nuestro primo hermano Robertico me contaba posteriormente, que en su destino fuera de nuestro país, cayó en el golpe de estado que ejecutó el malvado Augusto Pinochet al inmenso Salvador Allende en el año 1973 en Chile, pasando las de Caín en esas ergástulas