AZUA. Los ataques de plagas e insectos a las plantaciones de café, guineos y plátanos orgánicos, así como a tomate industrial, en Padre Las Casas, Peralta, Las Yayas de Viajama, Guayabal y Monte Bonito, han provocado pérdidas por unos 200 millones de pesos, llevando a una virtual quiebra económica a decenas de agricultores.
La información la ofreció el productor de limones y lechosas para la exportación, ingeniero Ángel Féliz Jiménez (Chuchu), a quien los ataques de la sigatoka amarilla y sigatoka negra, plátano y guineo orgánico, redujeron la productividad a un 60% durante los últimos años.
Féliz Jiménez plantea que la enfermedad conocida como la roya del café, producida por un hongo llamado Emilea Bastracti, ha provocado la desaparición de pequeñas plantaciones de ese grano aromático en las comunidades antes citadas.
El productor agropecuario reclamó la intervención urgente de las actuales autoridades del sector agropecuario, el Ministerio de Agricultura y el Banco Agrícola.
Aunque en la denuncia no establece detalles específicos, el empresario agrícola Feliz Jiménez afirma que la zona franca construida durante el Gobierno de Hipólito Mejía ubicada en el kilómetro dos, carretera Azua-San Juan, fue vendida no se sabe a quien, la cual desde hace varios meses es un centro de distribución de la compaña Cola Real.
Féliz Jiménez afirma, que en la cosecha de café 2013-2014, la producción disminuyo en un 80%, debido a los estragos provocados por la roya, Con relación al tomate, dice que un virus llamado Sport Wil, provocó daños que redujo la producción en un 60%, recomendando a los miembros de la Asociación de Conserva del Agro-ACOGNAGRO-, utilizar buenas semillas hibrida para la próxima siembra y adaptada en la región, como es al caso del Yen Prey, que puede producir hasta 125 quintales por tarea.
Critica que las razones principales para que los ataques de plagas e insectos provocaran perdidas por más de 200 millones a las plantaciones de café, tomates industrial plátanos y guineos, fue que las anteriores autoridades descuidaron las investigaciones y los aportes económicos necesarios para combatir y controlarlos. Ninguno de los datos ofrecidos por el productor agrícola han sido confirmado por el Ministerio de Agricultura.