BUSCAR EN NUESTRA PAGINA

Header Ads

domingo, 4 de mayo de 2014

EL JILGUERO: La pasión de Sacco y Vanzetty

0 comments
POR SANTOS SALVAADOR CUEVAS 
Para ECOS DEL SUR

La década de los años 20, colocó en las primeras páginas de la prensa universal los nombres de Ferdinando Nicola Sacco y Bartolomeo Vanzetti, dos inmigrantes italianos que un día llegaron a los Estados Unidos de América tras nuevos horizontes, y se presentaron siendo portadores de una militancia obrera clasista e ideológicamente forjado en las posiciones anarquistas de la época.
Sus ideas chocaron con un sistema racista y opresor imperante en la América del Norte de aquellos años. No fue difícil al sistema de la época articular todo un sistema de "verdades” (sus verdades), con las que "fueron juzgados, sentenciados y ejecutados por electrocución el 23 de agosto de 1927 en Massachusetts por el presunto robo a mano armada y asesinato de dos personas en 1920 en South Braintree, Massachusetts"

El apresamiento y las acusaciones que pesaban sobre estos militantes revolucionarios, trajo consigo una cadena de protestas y movimizaciones en distintos países, unos pidiendo la clemencia que nunca tuvieron sus verdugos, los otros promoviendo el pensamiento anarquista de estos obreros, Sacco y Vanzetty.

Los reportes de la época ilustran que: " Su controvertido juicio atrajo una enorme atención internacional, con críticos acusando al fiscal y al Juez Webster Thayer de conducta impropia, y de permitir que sentimientos antiitalianos, antiinmigrantes y antianarquistas predispusieran al jurado. Algunos prominentes estadounidenses, tales como Felix Frankfurter y Upton Sinclair apoyaron públicamente a los comités ciudadanos de Sacco y Vanzetti en una oposición no exitosa al veredicto. Las ejecuciones de Sacco y Vanzetti generaron protestas masivas en Nueva York, Londres, Ámsterdam y Tokyo, huelgas a través de Sudamérica y disturbios en París, Ginebra, Alemania y Johannesburgo."

Y se recoje que: "Desde su muerte, se ha dicho que esta fue debido a su ideología anarquista y que fueron injustamente ejecutados. Las investigaciones siguieron en las décadas de 1930 y 1940. La publicación de las cartas de ambos con elocuentes declaraciones de inocencia han acrecentado la creencia de que son inocentes, sin embargo, algunas pruebas balísticas y algunas declaraciones incriminatorias por sus conocidos han nublado el caso. En 1977, el gobernador de Massachusetts, Michael Dukakis, hizo una declaración diciendo que Sacco y Vanzetti fueron injustamente enjuiciados y encarcelados y que "cualquier desgracia debería ser para siempre borrada de sus nombres".

Sin embargo, y es lo que me lleva al recuerdo de la Pasión de Sacco y Vanzetty, el arma en que se apoyó el jurado burgués para justificar la condena criminal que llevó a la muerte a estos militantes en la ciudad de Massachusetts en 1927, fue precisamente lo que ellos definían y enarbolaban como "la verdad", es decir "la verdad" de que habían sido los acusados quienes perpetraron el robo con alevosía.

Lo cierto es que esa era su verdad, pero sólo su verdad, pues nadie es dueño de la verdad absoluta.

Sigamos el hilo a Sacco y Vanzetty:

"Lo que es seguro es que los dos hombres eran seguidores de Luigi Galleani, un anarquista italiano, que abogaba por la violencia revolucionaria, incluyendo la detonación de bombas y el asesinato. Galleani publicó Cronaca Sovversiva (Crónica Subversiva), un periódico que promovía la revolución violenta, así como un manual explícito para la fabricación de bombas (La Salute è in voi!) que era ampliamente distribuido entre sus seguidores. En ese momento, los anarquistas italianos estaban a la cabeza en la lista de los enemigos peligrosos del gobierno, y habían sido identificados como sospechosos en varios bombazos violentos e intentos de homicidio (incluso uno de envenenamiento masivo), que iban desde el intento, por parte de Alexander Berkman en 1892, de asesinato de Henry Clay Frick en medio de la huelga de Homestead, Pittsburgh, cuando este contrato pistoleros para asesinar y amedrentar a los huelguistas, (de hecho, Alexander Berkman era un inmigrante ruso; había cumplido una sentencia de 13 años por el intento de asesinato y después fue deportado a su país). La Cronaca Subversiva fue suprimida en julio de 1918, y Galleani con ocho de sus asociados más cercanos fueron deportados el 24 de junio de 1919. La mayor parte de los Galleanistas que quedaron evitaron ser arrestados entrando en inactividad o actuando en secreto." (Wikipedia).

El caso invita al cuidado en la tribuna, pues muchas veces nos creemos dueños de la verdad absoluta y esta creencia (la de creernos dueños de la verdad absoluta) nos lleva a la injusticia de condenar, sea por revancha, envidia, intereses mezquinos, económicos, ideológico, o político a personas que, sin la más mínima consideración, muchas veces escogemos como blanco de ataque.
La verdad con que se enjuició, se condenó y ejecutó a Sacco y Vanzetti  no fue tal verdad, sino que la vida se ha encargado de demostrar que la única "verdad" que allí prevaleció desde principio a fin fue la mentira de quienes administraban el aparato de justicia en los EE.UU de aquella época.
Nadie es dueño de la verdad absoluta, esa puede ser su verdad, pero su verdad choca con la mía o la del otro, por tal motivo se afirme con razón que la verdad es relativa. Por tal motivo se impone la prudencia.

Sigamos de cerca la Pasión de Sacco y Vanzetti:

Ante el juicio, "Vanzetti declaró de nuevo que había estado vendiendo pescados en el momento en que Braintree era robada. Sacco decía que había estado en Boston para obtener un nuevo pasaporte del consulado italiano. Según su versión, habría almorzado con algunos amigos en la parte norte de Boston, los cuales testificaron a su favor. Antes del juicio, el abogado de Sacco, Fred Moore, intentó por todos los medios contactar al empleado del consulado con el cual Sacco decía haber hablado en la tarde del crimen. Un amigo de Moore lo encontró en Italia. El empleado dijo que recordaba a Sacco por la fotografía inusualmente grande que presentó. El empleado también recordaba la fecha -- 15 de abril de 1920. El amigo de Moore intentó que el empleado regresara a Estados Unidos para testificar, pero él, estando enfermo, se rehusó. Lo que pudo haber sido una coartada por un empleado respetable fue reducido a un testimonio escrito que fue leído en voz alta en la corte y rápidamente cuestionado por la fiscalía, la cual argumentó que la visita de Sacco al consulado no podía establecerse con seguridad. También mencionaron que los compañeros con los que almorzó eran anarquistas."
Esa era la verdad iracunda, ellos eran anarquistas.
Al filo de la muerte habló Vanzetti:

"Quiero decir esto: que no le deseo a un perro ni a una serpiente, al ser más bajo y despreciable de la tierra, no le deseo lo que yo he tenido que sufrir por crímenes de los que no soy culpable. Pero mi convicción más profunda es que yo he sufrido por otros crímenes, de los que sí soy culpable.

Yo he sufrido y sufro porque soy un militante izquierdista, y es cierto, lo soy. Porque soy italiano, y es cierto, lo soy. He sufrido más por lo que creo que por lo que soy; pero estoy tan convencido de estar en lo cierto, que si ustedes pudieran matarme dos veces, y yo pudiera renacer otras dos volvería a vivir como lo he hecho hasta ahora."