TAMAYO, Baoruco.- El estadio municipal de béisbol “José Marrero”, no tiene grama.
Se necesita con urgencia un sistema de regadío, entre otras carencias que afectan al complejo, el cual fue reconstruido por la Comisión Presidencial de Apoyo al Desarrollo Provincial.
“La grama no puede regarse por falta de ese sistema”, relata Fernelis Contreras, uno de varios dirigentes deportivos que fomentan el béisbol en la comunidad.
“Hay una bomba que no se está utilizando debido a la falta de electricidad. Tampoco hay torres que iluminen el estadio para encuentros nocturnos.
Esta zona de noche es un peligro debido a que al lado nos queda el cementerio, un espacio ideal para los malhechores realizar sus actividades delictivas”, agrega.
En igual situación se encuentra el estadio de béisbol Duvalito Féliz, ubicado en Uvilla, una zona que está ubicada a cinco kilómetros de la ciudad de Tamayo. Allí, el espacio, que también es usado para jugar fútbol, es invadido por chivos durante el día y la noche.
“Aquí hay muchas necesidades”, expresa Rubén Florentino, administrador del estadio. “Esta instalación fue afectada por la crecida del río Yaque del Sur en 1998 producto del huracán Georges.
El terreno está en malas condiciones. Hay que nivelarlo. También hay que iluminarlo. Los baños están inservibles al igual que las paredes”.
Florentino sostuvo que por falta de una malla protectora, al síndico Menni Lolín Cuevas le impacto un batazo de foul en su boca mientras presenciaba un partido.
Otras de las carencias que Uvilla tiene es la de una pista de atletismo, un estadio de fútbol, así como uno de softbol, a juicio de Manuel Ignacio Peña Dotel, también dirigente deportivo de la zona.
“Son tres deportes que han ido en aumento en Tamayo. Hacemos un llamado al gobierno central para que vengan en auxilio y construyan estas instalaciones y así la juventud tenga un espacio donde ejercitarse y pueda alejarse de los males sociales que en la actualidad está afectando al país en sentido general”, indicó Peña Dotel.