POR LEO CORNIEL
Nota enviada a ECOS DEL SUR
BARAHONA.- La sonrisa de Daniela Pérez, fue apagada por su marido, quien la asesinó de un balazo en el maxilar derecho la mañana del pasado lunes en la residencia en que ambos vivían, alegadamente de manera accidental y que el mayor de los dos hijos de apenas un año y cinco meses vio írsele la vida a su progenitora, pero su edad le impidieron llorar o enfrentar a su padre cuando quitaba la vida a la mujer que juró “amar y proteger por siempre”.
Sin embargo, familiares, amigos y vecinos de Daniela Pérez, en la comunidad de La Hoya, de donde era nativa la asesinada, no creen la versión del marido asesino y, en cambio, esperan que la justicia sea drástica aplicándole todo el peso de la ley a Richard Manuel Ogando Encarnación (Richi), supuesto asesino de la joven mujer.
Pérez, de 24 años, fue encontrada muerta a las 6 de la mañana del pasado lunes 16 de este mes de junio, con un disparo en la mandíbula derecha, en su vivienda del sector de Blanquizales, llevándola Ogando Encarnación, conjuntamente con otros vecinos a una clínica privada de aquí, pero era demasiado tarde: la sonrisa de Daniela llegó apagada a ese centro, confió una enfermera a lalupadelsur.
Al imputado el Juzgado de la Atención Permanente del Distrito Judicial de Barahona impuso como medida de coerción tres meses de prisión preventiva al supuesto asesino de Daniela, que su fallecimiento fue un accidente, al escapársele un disparo.
Sin embargo, familiares, amigos y vecinos de Daniela Pérez, en la comunidad de La Hoya, de donde era nativa la asesinada, no creen la versión del marido asesino y, en cambio, esperan que la justicia sea drástica aplicándole todo el peso de la ley a Richard Manuel Ogando Encarnación (Richi), supuesto asesino de la joven mujer.
Pérez, de 24 años, fue encontrada muerta a las 6 de la mañana del pasado lunes 16 de este mes de junio, con un disparo en la mandíbula derecha, en su vivienda del sector de Blanquizales, llevándola Ogando Encarnación, conjuntamente con otros vecinos a una clínica privada de aquí, pero era demasiado tarde: la sonrisa de Daniela llegó apagada a ese centro, confió una enfermera a lalupadelsur.
Al imputado el Juzgado de la Atención Permanente del Distrito Judicial de Barahona impuso como medida de coerción tres meses de prisión preventiva al supuesto asesino de Daniela, que su fallecimiento fue un accidente, al escapársele un disparo.