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martes, 24 de junio de 2014

EL JILGUERO: La sociedad no merece esos intercambios de disparos

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POR SANTOS SALVADOR CUEVAS
Para ECOS DEL SUR

De tiempo en tiempo, así como de jefatura policial sucesivas, resucitan los famosos intercambios de disparos, esa fue una costumbre que se hizo muy habitual durante el tenebroso Gobierno de Los 12 Años, que encabezara el doctor Joaquín Balaguer; cientos de familias se vistieron de luto, victima de los "intercambios de disparo entre delincuentes y policías", que no eran -es la verdad- ni intercambios de disparos, ni delincuentes, ni policías agredidos, sino la suma de asesinatos sumarios y selectivos con el cual, hablo de los 12 años, se cegó la vida a decenas de jóvenes, tan sólo por divergencias ideológicas.

Pero los 12 años de aquel gobierno colarao, pasaron, lo que no pasó y sigue su agitado curso, como decía Rodriguito, de gobierno en gobierno, son los "intercambios de disparos", consistentes en una patrulla militar que intercepta a un joven y "le da para abajo", lo asesinan de manera vil, bajo el alegato, como siempre, de que se trata de delincuentes. Y en ese trajín hemos visto de todo, delincuentes confesos, jóvenes trabajadores del barrio y militantes revolucionarios que han sido victimas de esta práctica ilegal y criminal.

En los últimos meses de reedición de esa práctica asesina, se han presentado unos 3 casos muy notables, lo que han llamado la atención y que llenar de rubor a cualquier alma del más frío de los motales. Es decidir, el país vio en dos ocasiones sucesivas, al vocero policial presentar excusas públicas a dos jóvenes, a quienes se acuso por todos los medios de ser delincuentes y  a quienes se le conminaba a que se entreguen; luego resultó que no eran tales delincuentes, sino que se estaba frente a un "error de inteligencia". ¿Que le pafrece?.

Sólo imaginen que ha esos jóvenes, acusados por la P.N. de delincuentes y llamado a que se entreguen, se lo hubiesen encontrado antes, pues nadie le hubiese salvado de las implicaciones que trae a la sociedad el famoso "intercambio de disparos". El tercer caso a que hicimos referencia, es un hecho muy lamentable que sucedió esta misma semana.

Un joven comparte en su rancho con su bebe, el nene le grita de comer, y el joven decide salir a comprarle un cartón de leche.  Al llegar a la esquina, una patrulla policial, supuestamente le pide detenerse y este, según versión policial, no hace caso, razón suficiente para que sonaran las ráfagas asesinas y cegaran la vida a este padre de un niño que clamaba por leche. La policía argumentó luego, que esta tenia una fiche por consumo de drogas narcóticas, y tan solo con ese supuesto delito es suficiente en este país para que en cualquier esquina suceda algo parecido y los diarios de cada día te sorprendan con la infausta noticia de que alguien acaba de caer en un "intercambio de disparo".

Estamos ante una práctica fuera de contexto, además de ser criminal, la misma está desprestigiada y sin ninguna fuerza moral que la sustente. Es verdad que en este país algo hay que hacer para endurecer las penas contra actos delincuenciales que son espeluznantes, pero la sanción y castigo debe darse en el marco de la ley y no precisamente por voluntad del más fuerte ni de los gatillos alegres.

El presidente Danilo Medina, no debe permitir que su brillante gestión gubernamental, le sea empañada por estas bandas de mentalidad trujillista, que aun prevalece en la P.N.; eso debe parar, son los apagones y esos llamados intercambios de disparos quienes generan  el gran dolor de cabeza que amenaza con empañar su gestión.

La sociedad organizada y el pueblo en sentido general, deben ponerse en pie, como un Oslo cuerpo, a denunciar el crimen organizado y la delincuencia que nos afecta, pero jamás teniendo como guía a la política nacional, que no ha renunciado a esa practica insensible ante la vida humana, que arrastra desde la era de Trujillo.