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miércoles, 30 de julio de 2014

EL JILGUERO: Más armas para la población civil

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POR SANTOS SALVADOR CUEVAS
 Para Ecos del Sur

Desarmar la población civil, bajo el argumento que sea traído al tapete, es como el que pretende curar la fiebre cambiando la sabana del paciendo; la violencia y los asesinatos que se ejecutan con armas de fuego, necesariamente la base de su causa no está en las armas en sí, el caso es más profundo y menos simplista.

Si bien es cierto las cifras de muertes en los que va de año son alarmantes, que superan ya las 576 víctimas, no menos cierto es el hecho de que lo que lleva a ese fenómeno tiene su base en la situación de exclusión social, la falta de empleo y oportunidades para nuestra gente y en la falta de educación social a gran escala, de manera continua y sistemática.

El mejor aporte para disminuir el crimen, está en la educación sistemática a la población organizada, y no el desarme, que vendría a dar pie con bola a más crímenes, más robos, más violencia y llevar el país al caos: desarmar la población civil, es igual hacer del nuestro un país vulnerable e inseguro, que pasaría a ser tierra bajo dominio de los delincuentes.

La solución no está en el desarme, sino en la educación planificada, metódica y continua; la solución está en más empleo, más salud, más educación. Ante la amenaza del crimen organizado y el narcotráfico, si impone en pueblo más seguro, con las herramientas técnicas necesarias para resistir las agresiones de los vándalos; más armas para el pueblo, previa integración organizada de los barrios y sus habitantes, armas en buenas manos, bajo control de la autoridad competente, pero también bajo la capacitación técnica en materia de defensa y seguridad.

Se trata de poner el poder en manos del pueblo y no de las bandas criminales que están al día y al acecho para dar el golpe.

Se es muy simplista al hacer planteo, a simple vista sensata, pero en esencia dañina y contraria al interés nacional. La fiebre no está en la sabana, sino en el paciente que se nos muere y vive en amenaza y al asecho de las bandas organizadas.