Por FELIX BETANCES
Para Ecos Del Sur.
Viendo las cosas desde un punto de vista que bien pudiéramos definir como equilibrado, el Partido Revolucionario Dominicano PRD, perdió su esencia, su orgullo y su razón de ser como partido de masas, hace cerca de dos lustros. Malo en el poder y peor en la oposición.
Fue un partido que nació con el sagrado compromiso de enfrentar a Rafael Leónidas Trujillo, en una época en que todo costaba sangre y que logró su objetivo principal, que fue poder establecerse en el conocimiento del tirano, hasta llegar a instalarse en el país y que el, (Trujillo) tuvo que reconocerlo y aceptarlo aunque a regañadientes.
Se convirtió en su momento, en la gran esperanza nacional y como tal, hay que reconocer que impulsó los principales cambios que propiciaron el gran salto a la apertura democrática del pueblo dominicano.
Lamentablemente, hoy día todo esto hay que recordarlo con nostalgia, ante el descalabro a que ha sido sometida esa otrora fuerte y orgullosa organización política dominicana, aunque como dice una famosa canción:”todo tiene su final”.
El descontrol de los impulsos y las desbordadas apetencias personales, a través de las cuales hay quienes para llegar, no les importa matar hasta a sus madres, han permitido la pérdida de respeto interno y por ende, el abandono de los principios que fueron enarbolados desde sus orígenes, para mal de una gran parte de los dominicanos y dominicanas.
Recientemente, vimos lo que ocurrió en la convención celebrada por ese partido, cuyos resultados solo no convencieron a los muy estúpidos o a aquellos que se hacen los locos viejos, para no entender que todo estaba muy bien orquestado por quienes resultaron victoriosos.
¿Quién no sabía que a Miguel Vargas Maldonado, ni Guido Gómez ni nadie, en las circunstancias que se manejaron, podía disputarle esa posición y mucho menos con un padrón elaborado por el y su gente a su mejor conveniencia, el cual había sido objetado por los demás líderes del partido?.
¿Pero cómo se les ocurre a Hipólito Mejía y a Luís Abinader mandar a su gente a votar por Guido, cuando ellos mismos les habían instruido que no se inscribieran en lo que definieron como “un toyo”?.
Se puede pensar que ellos chantajearon al señor Guido Gómez, del cual hemos visto un pataleo, que no es más que la justificación de una pérdida, como un derecho al que recurre todo el que pierde.
Para Ecos Del Sur.
Viendo las cosas desde un punto de vista que bien pudiéramos definir como equilibrado, el Partido Revolucionario Dominicano PRD, perdió su esencia, su orgullo y su razón de ser como partido de masas, hace cerca de dos lustros. Malo en el poder y peor en la oposición.
Fue un partido que nació con el sagrado compromiso de enfrentar a Rafael Leónidas Trujillo, en una época en que todo costaba sangre y que logró su objetivo principal, que fue poder establecerse en el conocimiento del tirano, hasta llegar a instalarse en el país y que el, (Trujillo) tuvo que reconocerlo y aceptarlo aunque a regañadientes.
Se convirtió en su momento, en la gran esperanza nacional y como tal, hay que reconocer que impulsó los principales cambios que propiciaron el gran salto a la apertura democrática del pueblo dominicano.
Lamentablemente, hoy día todo esto hay que recordarlo con nostalgia, ante el descalabro a que ha sido sometida esa otrora fuerte y orgullosa organización política dominicana, aunque como dice una famosa canción:”todo tiene su final”.
El descontrol de los impulsos y las desbordadas apetencias personales, a través de las cuales hay quienes para llegar, no les importa matar hasta a sus madres, han permitido la pérdida de respeto interno y por ende, el abandono de los principios que fueron enarbolados desde sus orígenes, para mal de una gran parte de los dominicanos y dominicanas.
Recientemente, vimos lo que ocurrió en la convención celebrada por ese partido, cuyos resultados solo no convencieron a los muy estúpidos o a aquellos que se hacen los locos viejos, para no entender que todo estaba muy bien orquestado por quienes resultaron victoriosos.
¿Quién no sabía que a Miguel Vargas Maldonado, ni Guido Gómez ni nadie, en las circunstancias que se manejaron, podía disputarle esa posición y mucho menos con un padrón elaborado por el y su gente a su mejor conveniencia, el cual había sido objetado por los demás líderes del partido?.
¿Pero cómo se les ocurre a Hipólito Mejía y a Luís Abinader mandar a su gente a votar por Guido, cuando ellos mismos les habían instruido que no se inscribieran en lo que definieron como “un toyo”?.
Se puede pensar que ellos chantajearon al señor Guido Gómez, del cual hemos visto un pataleo, que no es más que la justificación de una pérdida, como un derecho al que recurre todo el que pierde.
Ahora vemos el show final, que consiste en la supuesta renuncia en masas de los perredeístas, para inscribirse en el Partido Revolucionario Mayoritario.
Según se puede apreciar, del PRD, no se está yendo nadie, el actual PRD, cuenta con una matrícula reconocida de menos de 600 mil afiliados, que fue el padrón con el cual se votó en la recién pasada convención y las personas que supuestamente se están yendo, no son más que, las que dejaron de inscribirse en el mismo por lo antes expresado y que son más de un millón, a juzgar por los resultados de los que votaron en las elecciones del 2012.
Por último vemos que el PRM, es más de lo mismo, un partido sin ideales y sin principios políticos y que no es más, que el resultado de la manipulación de una persona, que no acaba de entender que su liderazgo político es cosa del pasado y que el pueblo, por su mala gestión, lo ha sacado de la ruta del poder: Hipólito Mejía.
¡Esperemos el “tira y hala”!. Dicho en mal dominicano. Esperemos el tirijala…