POR EDGAR FELIZ MENDEZ.
Que alguien me lo explique; urge la necesidad imperiosa de enfrentar esta delincuencia y criminalidad que afecta a nuestros barrios de Barahona; que está pasando?, cual es el misterio?, por que cada día este grave flagelo se acrecenta y afecta más y más en nuestra Barahona?; algunos me dirán, pero bueno... tu sabes que la población a crecido.... si es verdad... pero han crecido las universidades.. Las escuelas..los policías... los fiscales... los jueces; me podrían decir también, que esto pasa en todo el país.
Cuando el autor de este escrito desempeñaba las funciones de Procurador Fiscal de ese Distrito Judicial, apenas contaba con un Abogado Ayudante Fiscal, hoy la Procuraduría Fiscal cuenta con entre cinco y seis Procuradores Fiscales y la Procuraduría de la Corte, cuenta cuatro o cinco, creo que todavía son pocos, pero se puede hacer un mejor trabajo en beneficio de la colectividad, se que que hay buenos profesionales y destacados ciudadanos al frente de ambos despachos, cada uno tiene un equipo formidable, aunque con alguna naranja podrida.
El ministerio público tiene en sus manos la sagrada responsabilidad de investigar y hacer sancionar el delito y el crimen, es una responsabilidad que no puede ser delegada ni usurpada por nadie, junto a la policía investigadora deben darle respuesta a la sociedad en el menor tiempo posible de los casos que ocurren dentro de su demarcación geográfica. Y la sociedad, nosotros debemos ser menos permisivo, denunciar al delincuente es deber ciudadano, también colaboremos con nuestras autoridades para demandar de ellas el cumplimiento de sus obligaciones.
Los acontecimientos de los últimos días, más los ocurridos en los últimos meses ponen en entredicho la eficiencia de unos y de otros (fiscales y policías), las posiciones que ocupan mis distinguidos colegas del derecho, no pueden servir como un medio de subsistencia de quienes desempeñan dichos cargos, son posiciones que ponen a prueba su destreza como profesionales del derecho y de servidores públicos; no se trata de jornaleros que laboran en la mañana para comer en la tarde; ustedes tienen una función más allá de un medio de vida, en ustedes descansa la seguridad ciudadana y cuando así no lo entiendan, entonces, deben abandonar las posiciones que ocupan.
Los asesinatos ocurridos la semana pasada en el centro de la ciudad de Barahona suponen un reto para los investigadores fiscales y policiales en su conjunto, la sociedad barahonera demanda y exige de las autoridades el esclarecimiento rápido y oportuno de ambos crímenes, pero solo con la verdad pura y sincera, diáfana y transparente, verdadera, creíble y justa, de ahí que, el pueblo de Barahona estaría orgullosa de sus autoridades, de lo contrario estaríamos frustrados y el temor seguirá haciendo prisioneros de sus hogares a todos nuestros conciudadanos.
Estaremos atentos Honorables Magistrados al transcurrir del tiempo y el desenlace de las investigaciones, cual que sea, duelo o asesinato, atraco o encomienda, muerte voluntaria o involuntaria, sicariato o complicidad; no se trata de atacar a nadie, mucho menos a mis colegas de profesión, mis amigos social, es solo una tremenda inquietud ciudadana, entre ustedes hay gente con mucha formación profesional y capacidad sobrada, honradez y entereza, díganle a la sociedad que representan que no está perdida, que podemos confiar en nuestras autoridades del mi misterio público y por encima de todo, que aún Barahona tiene quien le escriba.
Que alguien me lo explique; urge la necesidad imperiosa de enfrentar esta delincuencia y criminalidad que afecta a nuestros barrios de Barahona; que está pasando?, cual es el misterio?, por que cada día este grave flagelo se acrecenta y afecta más y más en nuestra Barahona?; algunos me dirán, pero bueno... tu sabes que la población a crecido.... si es verdad... pero han crecido las universidades.. Las escuelas..los policías... los fiscales... los jueces; me podrían decir también, que esto pasa en todo el país.
Cuando el autor de este escrito desempeñaba las funciones de Procurador Fiscal de ese Distrito Judicial, apenas contaba con un Abogado Ayudante Fiscal, hoy la Procuraduría Fiscal cuenta con entre cinco y seis Procuradores Fiscales y la Procuraduría de la Corte, cuenta cuatro o cinco, creo que todavía son pocos, pero se puede hacer un mejor trabajo en beneficio de la colectividad, se que que hay buenos profesionales y destacados ciudadanos al frente de ambos despachos, cada uno tiene un equipo formidable, aunque con alguna naranja podrida.
El ministerio público tiene en sus manos la sagrada responsabilidad de investigar y hacer sancionar el delito y el crimen, es una responsabilidad que no puede ser delegada ni usurpada por nadie, junto a la policía investigadora deben darle respuesta a la sociedad en el menor tiempo posible de los casos que ocurren dentro de su demarcación geográfica. Y la sociedad, nosotros debemos ser menos permisivo, denunciar al delincuente es deber ciudadano, también colaboremos con nuestras autoridades para demandar de ellas el cumplimiento de sus obligaciones.
Los acontecimientos de los últimos días, más los ocurridos en los últimos meses ponen en entredicho la eficiencia de unos y de otros (fiscales y policías), las posiciones que ocupan mis distinguidos colegas del derecho, no pueden servir como un medio de subsistencia de quienes desempeñan dichos cargos, son posiciones que ponen a prueba su destreza como profesionales del derecho y de servidores públicos; no se trata de jornaleros que laboran en la mañana para comer en la tarde; ustedes tienen una función más allá de un medio de vida, en ustedes descansa la seguridad ciudadana y cuando así no lo entiendan, entonces, deben abandonar las posiciones que ocupan.
Los asesinatos ocurridos la semana pasada en el centro de la ciudad de Barahona suponen un reto para los investigadores fiscales y policiales en su conjunto, la sociedad barahonera demanda y exige de las autoridades el esclarecimiento rápido y oportuno de ambos crímenes, pero solo con la verdad pura y sincera, diáfana y transparente, verdadera, creíble y justa, de ahí que, el pueblo de Barahona estaría orgullosa de sus autoridades, de lo contrario estaríamos frustrados y el temor seguirá haciendo prisioneros de sus hogares a todos nuestros conciudadanos.
Estaremos atentos Honorables Magistrados al transcurrir del tiempo y el desenlace de las investigaciones, cual que sea, duelo o asesinato, atraco o encomienda, muerte voluntaria o involuntaria, sicariato o complicidad; no se trata de atacar a nadie, mucho menos a mis colegas de profesión, mis amigos social, es solo una tremenda inquietud ciudadana, entre ustedes hay gente con mucha formación profesional y capacidad sobrada, honradez y entereza, díganle a la sociedad que representan que no está perdida, que podemos confiar en nuestras autoridades del mi misterio público y por encima de todo, que aún Barahona tiene quien le escriba.