POR EDGAR FELIZ MENDEZ
A propósito del incendio ocurrido en un local comercial del mercado público de la ciudad de Barahona y teniendo como partida los hechos ocurridos en tan fatídico domingo, creo que el momento es preciso para la reflexión respecto al devenir de nuestro pueblo.
Hoy en día está muy de moda en los letrados y conocedores del tema la llamada expresión " Seguridad Ciudadana", de ahí que, los Cuerpos de Bomberos de nuestros pueblos están dentro los programas que los países desarrollan a beneficio de la colectividad ciudadana.
A propósito del incendio ocurrido en un local comercial del mercado público de la ciudad de Barahona y teniendo como partida los hechos ocurridos en tan fatídico domingo, creo que el momento es preciso para la reflexión respecto al devenir de nuestro pueblo.
Hoy en día está muy de moda en los letrados y conocedores del tema la llamada expresión " Seguridad Ciudadana", de ahí que, los Cuerpos de Bomberos de nuestros pueblos están dentro los programas que los países desarrollan a beneficio de la colectividad ciudadana.
Es obligatorio para el Estado establecer mecanismos que nos garanticen a todos nuestros conciudadanos el más mínimo de garantía, por ello, el gobierno dominicano se ha enfrascado en un ambicioso plan de seguridad ciudadana denominado el 911, pero no basta con la intención, vamos a los hechos.
La seguridad ciudadana es responsabilidad de todos, especialmente de todas las autoridades civiles y militares, pero también de todos los ciudadanos de buena voluntad, el incendio del domingo debe servir para sembrar el amor, la paz y la unidad de todos los Barahoneros.
Frente a la precariedad de recursos de los ayuntamientos y la falta de equipos de nuestros bomberos, lo menos que podemos hacer los buenos Barahoneros, es imitar el gesto de filantropía del Lic. Luis Ernesto Matos González, un Barahonero residente en New York.
Ya nadie recuerda que a mediados de la década de los noventa, éste desprendido hermano y amigo, dispuso, sacrificando el patrimonio de su familia, la suma de quince mil dólares y compró un camión de bomberos y lo donó a nuestro emérito Cuerpo de Bomberos.
Quiero también hacer memoria del gobierno del compañero Hipólito Mejía, cuando en el año 2000, el Dr. Rafael Subreví Bonilla, Barahonero de pura sepa, ocupó el Ministerio de Interior y Policía y quien escribe, para entonces desempeñaba las funciones de Vice Ministro de esa cartera, los cuerpos de bomberos de todo el país fueron totalmente equipados.
Ahora bien, lo quiero suscribir frente a la deteriorada unidad que vivimos los Barahoneros, además de la precariedad de nuestro cuerpo de bomberos, es, que os pido de vosotros, nos demos las manos y nos unamos todos para ayudar a una institución que ciertamente está bajo el mando del Ayuntamiento, pero no es menos cierto que le corresponde a todo un pueblo.
En el año 1991, ocurrió un incendio más grande que este en ese mismo mercado, recuerdo que en ese momento desempeña las funciones de Procurador Fiscal quien lleva la palabra y allí todos nos convertimos en bomberos y el Síndico hoy alcalde era otro amigo y hermano.
No se trata de si Tavito Suberví es el Alcalde del momento, ni de una campaña política montada a destiempo, como tampoco de aquellos que desde el gobierno quieren sustituir al actual alcalde, se trata de hacer aportes desde el punto de vista constructivo, la realidad es guste o no nos guste, que el ayuntamiento no tiene recursos con que equipar al cuerpo de bomberos.
Por eso hablo de seguridad ciudadana, le corresponde al gobierno central hacer el mercado de Barahona y equipar al Cuerpo de Bomberos, es responsabilidad de todos, especialmente de aquellos quienes más tienen que perder y que nunca aportan nada a esta sagrada institución de bomberos.
En los momentos de crisis y tragedias, la familia y los pueblos se unen, olvidemos el rencor, olvidemos el odio, dejemos las hostilidades, demostremos con nuestros aportes que estamos en capacidad de ejercer la función a que aspiramos, imitar a los ex presidente norteamericano cuando el 11 de septiembre.
Llamo a la sensatez, a todas las autoridades de nuestro pueblo, a los hombres y mujeres de buena voluntad, a nuestro Gobernador, Senador, Diputados, Regidores y especialmente a nuestro Alcalde, a los partidos políticos y movimientos sociales, a las iglesias, a los comunicadores y los aspirantes a Alcalde, hagamos una cruzada por la paz y por los bomberos que es hacerla por nosotros mismos.